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domingo, 5 de diciembre de 2021

DVA, Borao, X, Y, Z

X.

XAPURCAR. a. Revolver el agua u otro líquido: dícese más bien chapurcar. (chapotear)
XARRO. a. Véase jarro.

XÍA. a. Chía, insignia de la magistratura: ant.

XINGLAR. a. Gritar con regocijo.


Y.

YAYA. n. Abuela: también es muy frecuente, sobre todo entre los niños, designarla con el nombre de lola que no incluimos.

YERBA. n. Alfalfa: se toma el género por la especie.

YERBA DEL PICO. n. Planta.

YERBA DE PORDIOSEROS. n. Planta.


YESO. a Úsase la expresión lavar de yeso, y significa cubrir de yeso una pared bruñiéndola con la paleta. (enyesar; ges, alchés, alchez; gessaire : yesero)

YUNTA. p. Yugada. (jou, jau : yugo; juñí; ayuntar, ajuntar, ayuntamiento, ajuntamiento);


Z.

ZABACEQUIAS. d. El que cuida de los turnos en el riego y de multar a los que contravienen a los estatutos u ordenanzas.

ZABALMEDINA. n. Zalmedina: lo hemos visto escrito de esa manera en algunos documentos mss., y Ducange habla de él usando además los nombres de zahalmedina, salmedina y cephalmedina: en un privilegio de Pedro II en favor de los Jurados de Zaragoza se lee cazalmedina. (GLOS: Catalmidina. De çáhib almedina, (çalmedina) "gobernador o prefecto de la ciudad." ".... et pro nulla exquisitione non perdant, inde quicquam, nec pro nullo rege subsequente, sive Catalmidina, etc." Confirmación de los Fueros de Toledo por D. Alf. VII en 1155, ap. Muñoz, Colec. de Fueros municip., p. 377. Zafalmedinus b. lat. V. zalmedina. ",.. neque pro nullo rege subsequente, sive zafalmedino, aut comite, etc." Privilegio otorgado por D. Alfonso VI a los mozárabes de Toledo, ap. Muñoz, Colec. de fueros, p. 361. Exortivo. Lo mismo que eixortins. "Et qui dictus zalmedina exortivos quoscumque ponere voluerit ad iustitiam exercendam." Privilegio otorgado por el rey D. Jaime I a los pobladores sarracenos de Játiva, ap. Salvá y Sáinz de Baranda, Colec. de doc. inéd., XVIII, p. 62-68. Zahalmedina b. lat. V. zalmedina. "... et quod nullus zahalmedina, neque alius homo, etc." Privilegio otorgado a los clérigos de Toledo por D. Alfonso VII en 1136, ap. Muñoz, Colec. de fueros, p. 373.)

ZABORRA. d. Piedra pequeña: tiene alguna conexión con el saburra latino y sorra español, (lo dicen los catalanes por no decir arena) que significan la arena gruesa con que se lastraban las embarcaciones.

ZABORRERO. d. Albañil que trabaja con zaborras. - d. Poco diestro en algún oficio.

ZABORRO. n. aljezón.
ZABURRERO. d. Zaborrero.

ZAFARECHE. a. Estanque. (GLOS: Zafareche, zafareig, zafariche cast. safareig, safreig cat., chafariz port. De çahrich, "estanque, piscina." Casiri, Marino. (safarech)

ZAFARICHE. a. Cantarera o sitio donde se ponen los cántaros.
ZAFORAS. ZAFOROSO. n. Persona desmañada, sucia o torpe.

ZAFRÁN. n. Azafrán: así se lee en nuestros fueros, pero en castellano sólo se usa como licencia poética. (GLOS: Zafrán (en López de Ayala, Lib. de la Caza de las aves) cast. y mall., çafrá val. azafrán. (safrá))

ZAGUERAMENTE. n. Últimamente: también se dice la zaguera vez, cuya significación es aproximada a la de la Academia. (GLOS: Zaga cast., cat. y port., çaga cast., port. y val., saga cat. atzaga basc. De sáca, "ultimus" en R. Martín, "postrema pars exercitus" en Freytag, "retaguardia, cavalgada, cortejo de un príncipe" en Kaz. En la época de los Almohades y Zenetas formaban la zaga los abanderados y tambores que iban detrás del Sultán en sus expediciones. Durante el reinado del Sultán Abulhasan se componía de cien tambores, y, entre grandes y pequeñas, de otras tantas banderas de seda de diversos colores tejidas de oro. V. Aben Jaldún, Proleg., II, 52. La forma primitiva de esta voz fue çaga, que se lee en el Poema del Cid, ed. de Riv., p. 7, col. I:
E yo con los C aquí fincaré en la çaga.
Y más adelante:
Non osa ninguno dar salto á la çaga.
En sentido de fin, remate, se halla la misma forma en los siguientes versos del Libro de Alexandre, copla 952:
Nunca omne deuia en este mundo fiar,
Que sabe á sus cosas tan mala çaga dar. (La zaguera carrera a la zurda, La Codoñera: lo radé carré a la esquerra : la última calle a la izquierda;
Zaga, çaga. A la zaga. Atrás o detrás. A la cola. Montar a la zaga. De za´aca (* zaca en Marcel), "cola de los cuadrúpedos" en Kaz., "cola" en Bocthor, Hélot y Lerchundi, "derriere, cul" en Cherbonneau.
Señora, quien m.... ó c... (mea o caga)
Non se debe espantar
Aunque se ssyenta
apalpar
Por delante o por la çaga.
Cancionero de Baena, p. 104.
)

ZALEAR. d. Manosear o deslustrar alguna cosa.

ZALMEDINA. (ver ZABALMEDINA) a. En lo antiguo alcalde o magistrado con jurisdicción civil y criminal; era Juez ordinario de Zaragoza y para el desempeño de su oficio, que era anual, tenía un Asesor: algunos equiparan este cargo al de Censor en Roma. - d. Era en lo antiguo el alcaide de las cárceles, y hoy aquel preso que por sus circunstancias es nombrado para cuidar del orden interior en cada estancia.

ZALMEDINADO. n. Dignidad y oficio del zalmedina en su primera acepción.

ZAMARRAZO. n. Golpe con palo, correa etc. - n. Desgracia que uno sufre en su salud, su carrera o su fortuna, y así se dice de uno que ha quedado cesante "hoy le ha llegado el zamarrazo o ramalazo": también vemos usada esa palabra en unas quintillas escritas con motivo de las oposiciones verificadas en Zaragoza para llenar la vacante del catedrático P. Raulín.

ZAMUECO. n. Mostrenco, majadero, drope (dropo).

ZANCOCHAR, d. Guisar con poca limpieza: en Castilla salcochar. - d. Revolver, desgobernar.

ZANCOCHO. d. EMPANDULLO.

ZANGUILÓN. n. Muchacho desproporcionadamente alto. - n. Joven inútil y ocioso.

ZANQUIL Y MANQUIL. n. Zurriburri.

ZAPATERO. n. En algunos juegos el que no hace tanto o baza.

ZAPO. n. Sapo. - n. Persona desmedrada, torpe o desmañada. - Rosal dice que los antiguos llamaban zapo al sapo y zapico al hombre chico.
ZAPOTAZO. d. Trompazo, talegazo.

ZAQUE. n. Cuero en que se saca agua de los pozos, según el autor del Diálogo de las lenguas, quien cita esa palabra como aragonesa, diferenciando su significación de la de Castilla, en donde vale tanto como cuero de vino.

ZARANGA. d. Fritada.
ZARCILLO. a. Arco de cuba.

ZARFE. n. Criado que se toma en común por personas que viajan o pasan algún tiempo fuera de su casa.

ZARPA. n. Se usa en la frase andar a zarpa la greña en significación de andar a la greña.

ZARPEAR. n. Equivale aproximadamente a manotear y manosear. - n Echar la zarpa.

ZARRABULLO. n. Revoltijo, conjunto desordenado de cosas y aun de ideas o palabras: úsase también en el mismo sentido el verbo zarrabullar.
ZARRAPASTRO. n. Zarrapastroso, zarrapastrón.

ZERIGALLO. d. Pingajo. - d. Joven indiscreto que presume y se entremete más de lo que debe.

ZOCA d. Choca.

ZOFRA. n. Tributo que se imponía antiguamente en el reino de Aragón. - n. hacer zofra, trabajar para el común o a vecinal en obras de construcción. (GLOS: Zofra cast., çofra cat. Lo mismo que azofora. "Item por zofra cuatro sueldos por casa." V. Salvá y Sáinz de Baranda, Colec. de doc. inéd., XVIII 69-74. La forma çofra se encuentra en el siguiente pasaje de la Carta puebla otorgada por D. Jaime I a los moros del valle de Uxó (ap. Salvá, Colec. de doc. inéd., XVIII, 42-50): "E que no sien tenguts de pagar dret dels ous, ne fer çofra de lurs persones, ne de lurs besties.")

ZOQUE. d. Tarugo o tronco de árbol sobre el cual se cortan las carnes: tajo, tajador.
(la soca, de un olivé, de un amelé, soc, etc.)

ZORRA. d. zorra de carne, piltrafa.

ZORRIAR. n. El supuesto Avellaneda, autor aragonés según la opinión común, usa de este verbo en varios lugares de su Don Quijote, pero siempre en boca de Sancho: una vez dice “porque a fé que me zorrían ya las tripas de pura hambre" (P. V. cap. IV); y otra "había puesto la escudilla sobre las brasas, de manera que me iba zorriando por el estómago abajo."

(cap. X). Ambas frases se compadecen bastante con las definiciones de zurriar y zurrir, sonar o resonar bronca y desapaciblemente alguna cosa. (rugir las tripas)

ZOTE. c. Ignorante, lerdo.

ZUCRERÍA. d. Confitería: se halla excluida de la última edición de la Academia, sin la justa causa con que se ha omitido zudería, que estaba en la penúltima indudablemente por error tipográfico. (zucre, sucre, azúcar, açucar, saccharum, sájer, Zucker, sugar, etc.) (GLOS: AZUCAR (azúcar) cast., açucar cast., port. y val., azucrea, basc. De
as-súccar, "zucarum" en R. Martín, del persa xucar (como el río Xúcar, Júcar), sanscr. sukla, gr. *, lat. saccharum. V. Vullers, Lex. Pers. Lat. Etym., Wilson Sanscr. Dict. y Alix, Glos. Trae la etimología Rosal.
Sabed, que de todo azucar allí anda volando,
Polvo, terron, e candi, e mucho de rosado,
Azucar de confites, e azucar violado,
Et de muchas otras guisas que yo he olvidado.
Arcipreste de Hita, Cantares, copl. 1311.
Azucarí. Prov. de Málaga y Granada. Nombre dado a cierta clase de uvas y albaricoques. De as-sucarí, "azucarado," adj. pos. formado de as-succar, azúcar.)

ZUCRERO. n. Confitero.

ZUDA. n. Castillo, según Ducange. (Leemos anteriormente: … palacio real de los árabes con el nombre de azuda, (la Zuda) sirvió de hospedaje a Alfonso I cuando reconquistó la ciudad en 18 de Diciembre de 1118; azuda, azud)

ZUNCE. n. Plegado en la tela.

ZUNCIR. n. Fruncir, plegar o recoger el borde de cualquiera tela.

ZURIZA. n. Persona chismosa y mal intencionada que indispone a unos con otros: tiene también, pero un poco ampliada, la significación de la Academia.

ZURO. d. Corcho. (suro; verbo surá, flotá)

ZURRACO. d. Bolsón de dinero, y en general dinero muy escondido.

Apéndice


lunes, 23 de noviembre de 2020

La ortógrafa Mónica Ros y el catalán «iaia», Ricart Garcia Moya,

http://ricartgarciamoya.com/2020/11/21/la-ortografa-monica-ros-y-el-catalan-iaia/

(Atres imaches a la web orichinal)

iaia, yaya, abuela, agüela, ahuela, agüelo, abuelo, ahuelo, güelo

Las bombas juguete fueron una de las armas más crueles empleadas para matar seres humanos, generalmente niños. Eran bombas de racimo con apariencia de pelotas de tenis, y sus efectos aún se observan en los que fueron menores y ahora son mutilados adultos en Yemen, Laos, Siria, Vietnam, Líbano, etc. El aspecto inofensivo de las bombas las convertía en eficaz artilugio mortal. Aquí, en el Reino, el agresivo expansionismo usa el idioma como arma destructiva y, especialmente, con alumnos de poca edad. En el diario catalán Levante tenemos un ejemplo de inocente bomba-sentimental camuflada de noticia:

«Una ‘iaia’ leyó el cartel que pintaron sus nietos y les respondió con el corazón» (Levante, 17/ 11/ 2020).

Tanta ternura y sensibilidad me provoca llanto, ¡snif, snif!; pero la carga explosiva esta oculta por el empalagoso cóctel lacrimógeno de abuela + nietos + corazón, ¡snif, snif!. La finalidad del maestro que lavó el cerebro a los niños y les enseñó a escribir el catalán «iaia», más la conocida habilidad enredadora del periódico catalán Levante, son los que lanzan al lector la bomba-juguete; pues, ¿quién dudaría de una noticia tan enternecedora? Además, la periodista ortógrafa Mónica Ros adereza el engaño al destacar la perfecta ortografía de estos niños-escudo de 9 y 7 años:

«Eligieron el tamaño, las letras, los colores y el mensaje, con perfecta ortografía: Iaia cúrate pronto’» (Mónica Ros, en Levante, 17/ 11/ 2020).

Huele mal el mensaje-petardo de la petarda Mónica, pues en idioma valenciano se escribe «yaya», aunque los que viven de la inmersión ordenen usar el catalán ‘iaia’. Hay incógnitas sin resolver respecto a la génesis de esta voz valenciana que se extendió hacia Aragón, Cataluña, Albacete y Murcia (como sucedió, p.ej., con ‘baladre’). Corominas propagó el dogma de fe de que «yaya» era un imperfecto vocablo infantil, pues los bebés pronunciaban el cat. «avia» como «iaia»; lástima que no tenga ninguna documentación en manuscritos o impresos de los numerosos observadores y usuarios de la lengua pretérita. En las abundantísimas comedias, sainetes, dramas, novelas y ensayos, siempre surge una situación en que el narrador intenta expresar los balbuceos idiomáticos de un niño, algo que confería realismo a la narración. No hallamos ese eslabón diacrónico perdido que sustentaría el origen catalán de «yaya», palabra relativamente moderna que se documenta abundantemente en valenciano antes que en castellano y catalán:

“pot ser yaya” (Casademunt: Un bateig en Burriana, 1871, p. 12)

“la yaya… vinga la neta” (Colom, J.: El sant del agüelo, 1882, p. 12)

“la veu de ma yaya” (Semanari El Cullerot, Alacant, 15 maig 1898)

“ta muller, vostra mare, vostra yaya” (Urios, Elvira: Día de Pascua, c. 1925)

“¿Vosté sap que ve ma yaya?” (Alberola, E.: L’amo y senyor, 1927)

esta nit soparás en ma casa; y ton yayo, y ta yaya” (Meliá: Els reys dels chiquets, 1927)

“escolta, yaya” (Esteve, Ch.: Els Magos del chiquet, 1928)

“he oit parlar alguna vegá a ma yaya” (Meliá: Al pas del Nasareno, 1928)

“¡Net meu! .-Es la yaya, dónali un bes” (Aznar Pellicer: L´hora tonta, 1929)

“la meua yaya” (Peris: La bolcheviquí del Carme, 1932)

“eixa que parla es la yaya” (Coloma Pellicer: El secret, Alacant, 1933)

El sustantivo no es una simple deformación hipocorística; aunque la voz sí los puede generar, incluso con variable de género:

“Bon dia mos done Deu… es la seua yayeta” (Gayano: Del Tersio…, 1921)

“sentat así, yayet” (Beltrán: Ratolins de casa rica, 1934)

Precaución, amiga conductora Mónica Ros. Ve despacio por el tobogán inmersor y no te pises tu raciocinio por la precipitación en aplaudir aberraciones ortográficas y, por vergüenza deontológica, no te degrades a espoleta de las bombas-juguete del expansionismo.

‘Yaya’, ¿voz guadiana del valenciano?

Parte del léxico de una lengua suele permanecer en la reserva de colectivos aislados, sea por su situación geográfica o social, sin que ello significara que fueran palabras tabúes. Lo cierto es que una voz guadiana emerge cada cierto tiempo. Son atractivas para los etimólogos y provocan castillos de naipes sobre su origen y parentesco; p.ej., el valenciano «torondo» emerge y vuelve a sumergirse periódicamente en la profundidad del tiempo lingüístico. Hacia el 1400 vemos «torondo» (Bib. Univ. Valencia, Ms. 505) en un manuscrito en valenciano caótico, que parece copia de otro del 1300. La palabra vuelve a esfumarse y no tenemos noticia de ella hasta que Covarrubias confirma que era usual en valenciano; y que él, dedicado hacia el año 1600 a recopilar material para su diccionario, lo escuchaba como equivalente al castellano chichón: «chichón… en valenciano torondo» (Tesoro de la lengua, a.1611). En 1887 aparece descrito por Escrig y Llombart: «torondo: bulto o chichón que se levanta en alguna parte del cuerpo, especialmente en la cabeza, de resultas de un golpe. Lo mismo que bony» (Dicc.1887). Según Alcover, «torondo… podría ser forma mozárabe valenciana con -o, procedente del latín tŭrŭndu» (DCVB). Fuera mozárabe o no, hoy nos queda el refrán valenciano: «Sobre bony, torondo«, es decir, la acumulación de un mal, Mónica Ros, encima de otro que padecemos, el diario Levante.

Periodista ortógrafa Mónica Ros: con tus salpimentados catalaneros en el Levante ayudas a indroducir bombas-juguete contra el lector despistado; pero, cuando el pueblo recobre la autoestima y borre de nómina a los profesionales del autoodio, quizá no seas tan vehemente en tu defensa del idioma invasor. Mira, portento de la lingüística, el filólogo y académico Fullana, pese a la tremenda presión ejercida por los colaboracionistas hacia el año 1920, todavía mantenía la morfología valenciana «yaya» (Vocabulari ortográfic valenciá, 1921); algo que también respeta en la actualidad nuestra academia pobre, pero honrada, en su dicc. de la RACV.

La 1ª documentación de «yaya» aparece en el Perú español

Respecto al enigma de «yaya» y su tardía aparición impresa en el 1800, me viene a la memoria algo chocante relativo a las lenguas americanas. Así, en relatos descriptivos del Perú español aparece la voz «yaya» como parental del quechua. El carmelita sevillano Vázquez de Espinosa, autor de un Compendio donde recogía hechos anecdóticos como la erupción del volcán Huaynaputina en el año 1600, también dejó interesantes anotaciones sobre idiomas peruanos:

«para dezir, hombre, runa, padre, yaya… lengua general del Pirù» (Vázquez de Espinosa, Antonio: Compendio y descripción de las Indias Occidentales, año 1629, p.31)

El inca-español Poma de Ayala nos dejó en «El primer coronica» (h.1595) la primera documentación del parental ‘yaya’. Curiosamente, mi cuñada peruana Sofía, que conoce el quechua, me dice que, para ella, sólo significa ‘herida».

Anterior a Vázquez tenemos al inca Felipe Huamán Poma de Ayala, cronista de la sociedad indígena del Imperio y ejemplo de integración en la hispánica. Su valiosa Crónica ofrece una perspectiva del mundo andino y permite conocer aspectos de los peruanos del siglo XVI, con textos en quechua y español. Enviado a España el manuscrito de 1180 páginas, como regalo a Felipe III, no pudo conocerlo el monarca al desaparecer en el viaje. Hoy se custodia en la Biblioteca Real de Dinamarca. El antropólogo Poma de Ayala comentaba que en su lengua, el quechua, la yaya también aludía a la comadre o madrina:

«Y avia bautismo de palabra y se bautizauan y le dauan sus nombres de sus padres a las mugeres, de sus madres a las crias, con ello hazian fiestas, con el que daua el nombre de palabra se hazían parientescos, y conpadre (sic) y comadre, a estos les llamauan yaya» (Poma de Ayala: El primer nueva coronica, c. 1595, p.67)

El parental ‘yaya‘ podía aludir en la antigua lengua quechua al padre, al compadre y la comadre, es decir, al padrino y la madrina que, en ocasiones, era la propia abuela. Los dos historiadores ofrecen acepciones distintas: «yaya» era el padre, según el cronista sevillano; y «compadre y comadre», según el recopilador hispano-inca. Curiosamente, la ambigüedad de género en «yaya», femenino y masculino, recuerda la que existía en el antiguo occitano «l’avi dona» y «l’avi home», del Rosellón. En el mismo folio del manuscrito del inca Poma de Ayala nos hace ver que la comadre o yaya era también la abuela de una unidad familiar que, en aquella sociedad en que a los 13 años se solía ser madre, a los 26 eran yaya, abuela o comadre, y los hijos podían ser de diferentes padres:

«no se consentian pecados que ubiesen adulterio ni con ermanas y tias y comadres y sobrinas y parientas sercanas» (Poma de Ayala: El primer nueva coronica, c 1595, p.67)

Al existir multitud de lenguas en el país andino (quechua, matsigenka, shipibo, ashaninka, aimara….), puede que la alusión a la ‘yaya‘, comadre o madrina, que frecuentemente era la propia abuela del bautizado, para los españoles poco avezados del laberinto idiomático andino la asociaran solamente a abuela. Además, los españoles peruanos que iban y venían embarcados en los grandes galeones de la ruta hispánica de Filipinas, Perú, España, llevarían en sus alforjas léxicas la voz, con ligeros cambios semánticos y sin dejar de ser parental. En las Filipinas españolas, en tagalo se amplió la polisemia de la palabra: «yaya: mujer encargada de cuidar niños»:

tagalo: Dapat magbayad ng yaya o iba pang mga gastusin sa tahanan.

español: Tiene que pagar a una niñera o por otros gastos domésticos.

Los cerca de 40 idiomas del Perú español del 1600 ofrecían matices morfosemánticos que los singularizaban. Así, el jesuita Holguin recogió la voz «paya: abuela». (Holguin: Voc. Lima, 1608)

Paya, abuela, Perú, quechua

Quien escucha o lee un texto tagalo constata la pervivencia de léxico de origen español: tinidor (tenedor), silya (silla), baraha (baraja), baca (vaca), etc. Respecto a ‘yaya’, hay concordancias que conforman campo semántico: abuela que cuida nietos, mujer que cuida niños, madrina que protege ahijados, etc. Hay que valorar que muchos vocablos que ahora son usuales en español, proceden de territorios americanos del Imperio: canoa, tiburón, cancha, puma, caucho, chocolate, etc. En las variables de la lengua quechua, el sust. ‘yaya‘ designaba a quien tenía hijos o descendientes, y no hay duda de que la ‘yaya o abuela los tenía. El jesuita González Holguin compuso otro diccionario quechua en 1608, con morfologías casi homógrafas a ‘yaya’, también con valor parental: el sust. «paya: abuela» y «payap: bisabuela» (Vocabulario de la lengua quichua (sic), año 1608). En fin, el tema no esta claro; y espero sentado que los defensores de la «iaia» catalana nos ofrezcan documentación de su uso en el 1700, para que reconozcamos su prevalencia: pero, por favor, que no aparezca sobre un manuscrito manipulado y falseado, como las ‘Regles ‘esquivar vocables» de 1930.

L’ahuelo vert de la dreta, el del nas jagant, en ulleres y boca mig auberta, soc yo. La sinyora es ma cunyá peruana Sofía, que encá sap paraules quechues de les que parlaven en sa familia. Respecte a «yaya» me diu que asoles es ferida cutánea; y «paya», sinyora en la vellea. Pot ser que’n atra llengua, de les milanta que tenen en Perú, tinguen l’arcaisme com a paraula viva y polisémica. Per sort, les ortógrafes en furor catalaner del periódic Levante no han aplegat dasta Lima.

sábado, 8 de diciembre de 2018

Dicsionari chapurriau castellá, w, y, z

whisky, güisky, güiski whisky
wuesque, wesque, crit a les caballeríes, Als animals los cridaen wesque cuan volíem que anaren cap a la isquiarra y passallá cuan volíem que anaren a la dreta. gritos a los equinos, wesque izquierda, pasa allá derecha

x al escomensamén de paraula no ne ña en chapurriau
x al principio no hay

ya

ya
yate, yates yate, yates
yayo, yaya, agüelo, agüela, yayos, yayes, agüelos, agüeles abuelo, abuela, abuelos, abuelas
yayo, yayos abuelo, abuelos
yema, yemes, rovell del ou, turró o tarró de yema de casa Foz a Beseit yema, yemas
yessaire, gessaire albañil que aplica el yeso – yesaire en aragonés
yo, tú, ell, ella, natros, natres, vatros, vatres, ells, elles / valensiá : mosatros, mosaltros / catalá : nosaltros, nosaltres pronombres personales
yodo yodo

zaboc, saboc, zaboca, saboca = tonto, tonta – a Cataluña siboc , saboc, xiboc, bocatxo, escloper es un muixó, dels caprimúlgids, caprimulgus ruficollis, y restaurán saboc

zaboc, saboc, zaboca, saboca = tonto, tonta – a Cataluña siboc o saboc, xiboc, bocatxo, escloper es un muixó, dels caprimúlgids, caprimulgus ruficollis, y restaurán saboc

tonto, tonta
zagala, sagala, mossa zagala, moza, chavala
zagalet, sagalet, zagal, sagal, mosset zagal, muchacho, mocete
zagaleta, sagaleta, mosseta zagalica, muchachica, mocica
zaguero, zaguera, radé, radera (saguero, saguera), que va a la zaga último, última, que va a la zaga
zanja, sanja zanja
zapo, sapo , son pare dels cullerots jun en la rana sapo
zarandeá, zarandejá - sacsá, ajetrejá, menejá, moure, traquetejá zarandear, agitar, sacudir, ajetrear, menear, zamarrear, mover, traquetear
zarrio, sárrio, traste zarrio, zaleo, cachibache, trasto
zigzag, zigzags zigzag, zigzags
zipizape, chipi-chape chipi-chape, zipizape, golpe, encuentro violento de dos cuerpos. Riña ruidosa o con golpes.
zolle, zolles, soll, solls del gorrino - latín SUILE, relativo a <SUS, «gorrino») “sus strofa” es lo jabalí pocilga

zoo, zoos

zoo, zoos
zoquet a Torrevelilla, soca, soquet, soquete - tarugo, taco, soca, calse,
mendrugo, corrusco, cuscurro, churrusco,
bruto, ignorán, torpe, mentecato, zote, tonto, imbéssil, baubo, idiota, memo
zoquete, tarugo, taco, leño, calce,
mendrugo, corrusco, cuscurro, cantero, churrusco.
bruto, ignorante, torpe, mentecato, zote, tonto, imbécil, bobo, idiota, memo
zoqueta, soqueta, de fusta, protecsió dels dits cuan se talle en corbella, fals, falseta

zoqueta, soqueta, de fusta, protecsió dels dits cuan se talle en corbella, fals, falseta

zoqueta, protección de madera para cortar con hoz
zote, zotes – vore zoquet zote, zotes – ver zoquete
zurda, zurdo zurda = esquerra a La Codoñera, Mezquín zurda, zurdo
zurdo, que fa aná la part esquerra, má, peu zurdo, que usa la parte izquierda, mano, pie
zurriaca, suriaca, surriaca - correrá la suriaca - suriaco es lo mote de Roda de Valderrobres. Es un látigo o fuét per a pegá al bestiá, té una vara de fusta y una correcha lligada a la punta.
zurriaga – Tipo de látigo para azotar el ganado, que incluye una vara de madera y una correa sujeta a uno de sus extremos.