Originals al final.
José Taronjí,
Les oronelles, Lo Trovador Mallorquí.
Gustavo Adolfo Bécquer,
rima LIII.
ORONETES.
Oronetes van y venen,
orenetes
venen, van;
enloquides de alegría,
del seu vol no paren may.
Revolten los oms fullosos,
volen
per l'antic casal,
y baixen a la fonteta,
y pujen als
campanás...
Oronetes, mes amigues,
que la estiuada
alegrau,
¡Oh! ¡quí puguere com vatres
viure a plaé an esta
Vall.
Juny de 1875.
Gustavo Adolfo Bécquer. Rima
LIII, 53.
Tornarán les oscures oronetes
al
teu balcó los seus nius a penjá,
y un atra vegada en l´ala als
seus vidres
jugán te cridarán.
Pero aquelles que lo seu
vol refrenaben
ta hermosura y la meua dicha a contemplá,
aquelles que van adependre los nostres noms....
eixes... ¡no tornarán!
Tornará
la tupida maresselva
del teu jardí les tapies a escalá
y per la tarde encara mes hermoses
les flos reventarán.
Pero
aquelles collades de rosada
que les gotes mirabem tremolá
y caure com a llágrimes del día....
eixes... ¡no tornarán!
Tornarán del amor als teus oíts
les paraules ardéns a ressoná,
lo teu cor del seu profundo somni
pot sé despertará.
Pero mut, encantat y de ginolls
com se adore a Deu dabán l´altá,
com yo te hay vullgut..., desengáñat,
aixina... ¡no te voldrán!
Original de José Taronjí:
X
LES ORONELLES.
Oronelles van y vénen,
Oronelles
vénen, van;
Enlocades d´alegría
De son vol no paran may.
Revoltan los oms fullosos,
Rodan
per l´antich casal,
Devallan á la fonteta,
Se´n pujan als
campanars...
Oronelles, mes amigues,
Que l´estiuada
alegrau,
¡Oh! ¡quí pogués com vosaltres
Viure á pler en
esta Vall.
Juny de 1875.
X
LAS GOLONDRINAS.
Las golondrinas van y vienen, las
golondrinas vienen y van; locas de alegría, no paran un punto su
vuelo.
Dan vueltas al rededor de los tupidos olmos, giran por
el viejo caseron, bajan á la fuentecilla, suben á los
campanarios...
Golondrinas, amigas mías, que alegráis la
estacion veraniega; ¡ah! ¡quién pudiese como vosotras vivir sin
cuidados en este Valle de lágrimas!
Original de Gustavo Adolfo Bécquer:
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres....
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
así... ¡no te querrán!
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Tamé podéu lligí algo sobre un niu de oronetes pintat per Pedro Saputo.