jueves, 13 de febrero de 2020

Fórnoles, Peñarroya, pleito, Pedro Bel Caldú


La forsada absorsió de Fórnols per Penarroija (també Castelserás va sé absorbit per Alcañís), per raó dels seus deutes, va ficá en guárdia a datres pobles que estaben a una situasió pareguda. La lucha de Fórnols, per a recuperá la seua autonomía perduda, va sé seguida en ressel y expectassió per los pobles veíns. Los oprimits, al seu llarg camí de recuperasió, van contá en la solidaridat y lo apoyo de atres pobles de la contornada.

//
EL EMBARGO Y SUS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
Fórnols había sido embargado por su cuantiosa deuda en censales. En los acuerdos formalizados por escrito (1397) ratificados por la Orden de Calatrava (1402) y por el Papa Luna (1411) ni siquiera se planteó la posibilidad de que Fórnols pudiese llegar algún día saldar su deuda. El acuerdo de embargo y absorción de Fórnols por Peñarroya se hizo efectivo por obra de los calatravos, sin que el Rey de Aragón interviniese en ninguna de sus fases.
Fórnoles
Fórnols, la basseta
Los de Fórnols, perdidas todas sus instituciones, pagaban al concejo de Peñarroya la pecha anual por la deuda y además todos los impuestos civiles y eclesiásticos sobre lo que producían y sobre los bienes inmuebles que poseían. Como contrapartida el concejo de Peñarroya se hacía cargo de los gastos de mantenimiento y reparaciones de la iglesia, la ermita, el cementerio y los edificios comunales de Fórnols. Además, Peñarroya aceptaba el compromiso  de garantizar la vigilancia y la seguridad ciudadana en todos sus términos.
LIMITACIONES E INSEGURIDAD
El Justicia de Peñarroya ejercía la jurisdicción sobre los vecinos de su nueva aldea, auxiliado en Fórnols por un Tinente (Delegado) cuyas funciones eran muy limitadas. El Tinente no podía intervenir en pleitos de cuantía superior a 50 sueldos jaqueses. Ni podía retener a un preso más de tres días sin entregarlo al Justicia de Peñarroya.
Bifurcación de caminos. Por la derecha camino de Monroyo. Por la izquierda camino de Ráfales-Fuentespalda- Peñarroya
Bifurcación de caminos. Por la derecha camino de Monroyo. Por la izquierda camino de Ráfales-Fuentespalda- Peñarroya
Unía a los dos pueblos un tortuoso camino de  herradura. Tres leguas (22 kilómetros) por terreno escarpado que trascurría con notables pendientes y desniveles por los términos de Monroyo, Fuentespalda y Ráfales. En estas condiciones  la seguridad de los habitantes de Fórnols era muy precaria. Los forajidos actuaban con total impunidad contra ellos, su detención por un solo agente era prácticamente imposible y su largo traslado multiplicaba las posibilidades de fuga.
Mapa de situación 2
Ubicación de Fórnols y Peñarroya
El concejo se había llevado a Peñarroya todos los documentos donde se recogían los privilegios concedidos por la Orden de Calatrava a la antigua villa, ahora absorbida. También se habían llevado todos los acuerdos firmados por Fórnols con Monroyo, su villa matriz, y con otras entidades. La excusa fue obtener copias notariales de los mismos. Pero el cartulario (colección de documentos) de Fórnols fue retenido en Peñarroya y nunca más se devolvió a sus vecinos. Con ello quedaron ignorantes e indefensos para exigir sus derechos.
En aquellos tiempos no existía nada parecido a un Boletín Oficial donde se publicasen las concesiones y los acuerdos. Se emitían documentos y acuerdos por duplicado, al portador, con un ejemplar para cada contratante. Cuando había un conflicto se exhibían esos documentos, o su copia notarial, y no podías defender tus derechos si no disponías del documento que los amparaba. Por esa razón los concejos guardaban celosamente esa documentación y la protegían con fuertes medidas de seguridad.
LA ESPERANZA DESESPERANZADA
Para los de Peñarroya la absorción era definitiva. Sin embargo los de Fórnolsconfiaban en el pacto, no escrito, de recuperar su autonomía cuando saldasen su deuda. Para ello reclamaban que ese derecho les fuese reconocido por escrito. Los concejos de La Fresneda y Ráfales amparaban esa pretensión de los vecinos fornolenses.
El concejo de Peñarroya, estaba muy satisfecho de la ganga conseguida en el acuerdo, y tenía el convencimiento de que Fórnols nunca sería capaz de pagar su deuda. Pero desconfiaba del apoyo que La Fresneda prestaba a las pretensiones de Fórnols, cuyos términos eran colindantes. En Peñarroya se temía que La Fresneda, donde vivía un grupo de prósperos mercaderes, llegase a un acuerdo secreto con los de Fórnols, comprase sus censales, y sustituyese a Peñarroya en los ventajosos derechos que había adquirido con la intervención.
Peñarroya de Tastavins
Peñarroya de Tastavins
Habían transcurrido más de treinta años y los de Fórnols, cansados de pagar, exigían que Peñarroya reconociese la parte de deuda ya recibida y fijase un plan para saber cuando estaría totalmente saldado el débito. Mediaron los de Ráfales, se llegó a un principio de acuerdo y Peñarroya firmó en 1431 la llamada Carta de Gracia. Un documento cuya autenticidad plantea muchas dudas por las razones que explicaré en otro post.
Recreación de Santa María de la Mola de Peñarroya (Dibujo de Desideri Lombarte)
Recreación de Santa María de la Mola de Peñarroya (Dibujo de Desideri Lombarte)
LA CARTA DE GRACIA (1431)
Según el documento, fue convocada la universidad (los 64 vecinos) de Peñarroya y la asamblea tuvo lugar en la puerta de la iglesia de Santa María de la Mola el día 2 de agosto de 1431. El Justicia y el concejo, en pleno, presidieron la reunión y estuvieron presentes, como testigos cualificados el Muy Reverendo Señor Joan Cassán, Obispo de Cerdeña y Frey Benito de Mora, Caballero de la Orden de Calatrava y Comendador de Peñarroya. También asistieron, como hombres buenos, el párroco y el Justicia de Ráfales, que habían sido los promotores de aquel acto.
Carta de Gracia 1431
Carta de Gracia 1431
En el documento se fijaba como deuda, todavía pendiente, la cantidad de 30.000 sueldos, a pagar por los de Fórnols en 120 años, a razón de 250 sueldos anuales. Y se comprometían a restituir la autonomía y los derechos de Fórnols cuando sus vecinos hubiesen saldado totalmente la deuda. Exigiendo que ningún otro pueblo pudiera sustituir a Peñarroya en aquella ventajosa situación. De esta manera se abría, a los de Fórnols, la esperanza de recuperar su autonomía en el lejano 1551.
En el libro de Peytas, conservado en el archivo privado Gil- Aznar de Peñarroya se documentan las liquidaciones originales de los años 1541 a 1613. Redactados en catalán autóctono hasta el año 1593, y en castellano los siguientes hasta 1613, salvo el de 1600 que también está en catalán de Aragón.
INSUMISIÓN Y REBELIÓN
Pasó el año 1551, la deuda estaba ya saldada, los de Peñarroya seguían cobrando la pecha y los impuestos a los de Fórnols sin ninguna intención de restituirles la autonomía como villa independiente.
Horca
Horca
Con el descubrimiento y conquista de América, la demanda del aceite de oliva creció en los mercados y en todo el Bajo Aragón hubo una gran expansión del olivar. El término de Fórnols, por su inferior altura, es más apto que el de Peñarroya para la producción olivarera y el aceite de Fórnols siempre fue muy apreciado por su extraordinaria calidad. En esta nueva situación los impuestos sobre la producción, los diezmos y las primicias de Fórnols suponían   ingresos muy sustanciosos para Peñarroya.
Los de Fórnols seguían reivindicando sus derechos perdidos y el malestar hizo insostenible la situación. En 1578  Fórnols se hizo el remolón en el pago de la pecha y dejó de enviar los presos a Peñarroya. Levantó horcas y pelleric, como símbolos de recuperación de su poder autónomo. Instalaciones que el Justicia de Peñarroya desmontó inmediatamente. Con estos actos de insumisión se abrían las hostilidades entre los dos pueblos.
El día de Santa Cruz de Mayo (día 3), víspera de Santa Mónica de 1579, había baile en la plaza de Fórnols. Llegaron el Justicia, los Jurados y alguaciles de Peñarroya, con sus insignias, varas y símbolos de autoridad, para presidir la fiesta. El pedrís (banco de piedra) de la plaza estaba ocupado por gente de Fórnols, que no quiso ceder su asiento a los jerarcas de Peñarroya. Intervinieron los alguaciles y desalojaron el pedrís, por la fuerza, para sentarse ellos y las autoridades.
Pedrís de la plaza de Fórnoles
Pedrís de la plassa de Fórnols
Dice la crónica que los de Fórnols les dixeron algunas palabras descompuestas e injuriosas y uno habló al oydo al juglar (el gaitero) el qual, luego, se dexó de tañer(tocar). Se acabó la fiesta y empezó el motín.Y, viendo que la gente se yva amotinando, se levantaron los dichos oficiales para recogerse en una casa que Peñarroya tiene en Fórnols. Y los vecinos del dicho lugar, amotinados, les fueron siguiendo tirándoles pedradas y obligándoles a recogerse en la dicha casa. Por que ya les alcançavan con las piedras. Y hirieron a uno, o más, de los de Peñarroya. Los clérigos y dos vecinos de Fórnols se interpusieron y apaciguaron a su gente, evitando que lincharan a las autoridades de Peñarroya y después acompañaron al cortejo hasta la salida del pueblo para evitar males mayores.
A pesar de haberse desplazado a Peñarroya 24 hombres de Fórnoles para pedir perdón por el ultraje a las autoridades y hacer las paces, el conflicto continuó. El 1 de enero de 1580 llegaron a Fórnoles un Jurado, un clérigo y dos recaudadores de Peñarroya para cobrar impuestos y deudas. Cierto vezino del lugar empeçó a dar voces y, nombrando la Carta de Gracia, decía: ¡Carne! ¡Carne!- Y junto con eso hacía ruydo con la boca a modo de arcabuz. Los de Fórnoles se negaron a darles cebada para sus cabalgaduras y no ofrecieron comida a la delegación de Peñarroya. Y se amotinaron de nuevo echándoles del pueblo a pedradas. Y a los corredores (recaudadores) que quedaron ejecutando, les amenaçaron que les quebrarían las piernas. Y a uno dellos, porque sacó una prenda, le tiraron una pedrada, con lo qual se fueron a Peñarroya gritándoles y tirándoles piedras por los caminos.
Lapidación
Lapidación
Días más tarde volvieron los cobradores y no encontraron a ningún pagador. Uno de los cobradores denunciaba ante el Justicia de Peñarroya que, en Fórnoles, aquella noche, le habían dado muchos pescozones (collejas) y torniscones (pellizcos), y díchole muchas palabras injuriosas. Y que al marcharse de Fórnoles sintió que, por detrás, les mofavan, gritavan y arrojavan piedras.
LA REPRESIÓN
Ante la actitud levantisca de su aldea, el Justicia de Peñarroya confeccionó una lista de 26 rebeldes y, el domingo de Septuagésima, a finales de enero de 1580, llegó de madrugada a Fórnoles con 50 o 60 hombres armados con intención de detener a los de la lista. Consiguió apresar a 8 hombres y 2 mujeres, los demás habían huido al campo. Los trasladó maniatados a Peñarroya y, a pie de horca y con el verdugo preparado, les amenazó con ahorcarlos a todos si continuaban en rebeldía pero, pasado el susto les dejó en libertad.
Iglesia de Fórnoles
Iglesia de Fórnoles
Como la insurrección continuaba, el Miércoles de Ceniza, en febrero del mismo año, las autoridades de Peñarroya se presentaron con 70 u 80 hombres armados para detener a 30 fornolenses que figuraban en una lista ampliada de rebeldes. Hubo un soplo y todos los hombres jóvenes de Fórnoles, menos el cura, huyeron al monte. El sacerdote, las mujeres, los niños y los ancianos se refugiaron en la iglesia, que entonces tenía dos puertas, una lateral y otra trasera. Los de Peñarroya tapiaron con piedras una de las puertas, y atrancaron  la otra con un cerrojo.
El cura y sus débiles feligreses permanecieron dos días encerrados sin recibir comida del exterior. Una mujer enferma, que había permanecido en su casa, sin asistencia, murió sin los últimos sacramentos por que el cura estaba encerrado. Dice la crónica (seguramente exagerando) que muchas mugeres preñadas que se recogieron en la iglesia, alteradas y hambrientas, malparieron (abortaron) y con estos y otros excesos, sacrílegamente (los de Peñarroya) profanaron la iglesia y robaron y saquearon el lugar. Y aunque el oficial Eclesiástico de Alcañiz proveyó mandamiento con censuras para que abrieran la iglesia, se detuvieron en el lugar hasta el sábado siguiente. Y huvieran muerto y acabado con toda la gente encerrada, sino fuera que Don Juan de Lanuza, comendador de La Fresneda, y otros lugares circunvecinos, venían a dar favor a los de Fórnoles y librarles de tan grave opresión. Por lo qual los de Peñarroya levantaron el cerco y volvieron a sus casas.
OLYMPUS DIGITAL CAMERA
El Comendador Juan de Lanuza
Regresaron a Peñarroya después de haber saqueado muchas casas y perseguido a los hombres de Fórnoles por todo el término. Se llevaron  detenidos a cuatro de los cabecillas de la rebelión, que fueron encarcelados en Peñarroya, hasta que la Real Audiencia los trasladó a Zaragoza y los dejó en libertad.
Juan de Lanuza Ajusticiado
Juan de Lanuza, ajusticiado
Resolvió el motín de Fórnoles Don Juan de Lanuza V el Mozo, entonces Comendador de La Fresneda. Quien más tarde, en 1591, ocuparía el cargo de Justicia Mayor de Aragón. Lanuza se enfrentó al rey Felipe II y fue ajusticiado alevosamente sin juicio previo, pasando a la historia como héroe defensor de los fueros de Aragón.
Ante estos agravios, los de Fórnoles, recurrieron al amparo del Consejo de las Órdenes, que declaró nula la unión de 1397, restaurando la autonomía perdida. Pero eso sólo fue el inicio de un pleito de campanillas, en el que intervinieron los abogados más prestigiosos de Aragón y duró 32 años. En mi próximo post trataré ese pleito.
BIBLIOGRAFÍA Y ENLACES
ARCHIVO GIL-AZNAR, “Llibre de la Peyta”. Peñarroya de Tastavins, 1541-1719
https://historiasdelbajoaragon.wordpress.com/2014/02/28/los-visitadores-y-el-poder-municipal-en-el-bajo-aragon-s-xv-xvi/
DE CASANATE, Matías. “Sumario del Proceso de Propiedad Juratorum de Peñarroya et Fórnoles” Caesaraugustae: Apud Petrum Cabarte, Anno Domini M.DC.XII. (Archivo municipal de Fórnoles)
HARVARD LIBRARY (Cambridge- Massachusetts- USA) (Copia notarial de 1612 del privilegio de 1337 a favor de Fórnoles)
LOMBARTE I ARRUFAT, Desideri. “Pena-roja: una vila de frontera”. Peñarroya de Tastavins (Teruel): Associació Cultural Tastavins, 1999.
 VIDIELLA, Santiago. Unión y separación de Peñarroya y Fórnoles. BHGBA Tortosa: Imprenta Querol, 1908
Un largo y costoso pleito (1578-1613) enfrentó a dos villas bajoaragonesas, Fórnoles y Peñarroya, que culminó con sentencia favorable a Fórnoles. Esta resolución terminaba con las secuelas de la crisis económica del siglo XIV, que había provocado el endeudamiento insostenible de Fórnoles y su intervención y rescate por Peñarroya.
ANTECEDENTES
En 1397 Peñarroya asumió la cuantiosa deuda, que la villa de Fórnoles había contraído durante la burbuja de los censales. Corría el año 1576 y los de Fórnoles consideraban que su deuda estaba sobradamente saldada. Según lo pactado, habían pagado religiosamente la pechade amortización, y todos sus tributos, a Peñarroya durante 180 años (6 generaciones). Su aspiración era recuperar la autonomía perdida en aquel percance, pero carecían de la documentación necesaria para hacer valer sus supuestos derechos.
Mosén Pedro Oliver
Mosén Pedro Oliver
Peñarroya consideraba que el rescate había sido una compra, no un préstamo. Fórnoles necesitaba un documento que amparase su aspiración de independencia. Pero no lo tenía porque, seguramente, ese documento no había existido nunca. Para resolver ese problema, el cura de Fórnoles mosén Pedro Oliver, apoyado por el Barón de Herbés, consiguió del Papa Gregorio XIII la emisión de una Paulina(carta de excomunión de Paulo III, que se expedía por los tribunales pontificios, para descubrir lo que se sospechaba que había sido robado u ocultado).
Colgaron la Paulina en todas las iglesias de la contornada excomulgando a quienes hubiesen robado, o estuviesen ocultando, la Carta de Gracia, supuestamente emitida el 2 de agosto de 1431 por el concejo universidad (asamblea de vecinos) de Peñarroya. En ella se reconocía el derecho de Fórnoles a recuperar su condición de villa, cuando hubiese saldado toda su deuda.
Una mano anónima, movida por el miedo a la excomunión, entregó por una ventana el ansiado documento a Juana Sobradiel, una mujer de Fórnoles. Era una noche de luna clara de primeros  de octubre de 1576. Juana corrió gozosa a entregar el preciado documento a mosén Pedro Oliver. Los de Fórnoles habían conseguido la base para reclamar sus reivindicaciones.
El contenido de la Carta de Gracia, era exactamente lo que necesitaban los abogados de Fórnoles para iniciar el largo camino hacia la libertad y la autonomía de la antigua villa. En el documento se reconocía, por el concejo y vecinos de Peñarroya, la deuda pendiente y el plazo para pagarla de 120 años (hasta 1551). Además reconocían el derecho de Fórnoles para recuperar su autonomía perdida, cuando hubiese saldado toda  la deuda. Se ha discutido mucho si la Carta de Gracia existió realmente o se creó con una burda falsificación (yo creo que era falsa). Lo indiscutible es la astucia y sagacidad, demostrada por los de Fórnoles, para crearlo si no existió, o para recuperarlo si era verdadero.
Castillo Baron de Herbés
Castillo del Barón de Herbés
PRIMERAS ACTUACIONES  
Con la Carta en la mano el 16 de octubre, los de Fórnoles instaron a Peñarroya para que cumpliese sus promesas y el día 25 del mismo mes solicitaron, en la Secretaría del Justicia de Aragón, que se validase una copia notarial del documento. De manera que pudiera utilizarse en juicio, como documento auténtico, sin presentar el original de dudosa procedencia. Al final los de Fórnoles conseguirían la copia validada por el Justicia Mayor de Aragón. 
Los de Peñarroya denunciaron los hechos en la Real Audiencia de Aragón, que declaró falsa laCarta de Gracia y les autorizó a continuar ejerciendo el poder sobre su aldea. Fórnoles recurrió el veredicto de la Real Audiencia ante el Justicia de Aragón, pero no consiguió el objetivo y fueron rechazadas de nuevo sus pretensiones de autonomía.
Real Audiencia de Aragón
Real Audiencia de Aragón
El Justicia de Peñarroya, amparado por las resoluciones de la Real Audiencia y del Justicia de Aragón se presentó en Fórnoles en 1578 para destruir las horcas y el pelleric que los de Fórnoles estaban levantando. Con ello las relaciones entre Peñarroya y los vecinos de su aldea se tensaron. Tensiones que darían lugar a los motines de 1578 -1580, que relaté en mi post Fórnoles y Peñarroya (1): El conflicto.

RECURSO AL CONSEJO DE LAS ÓRDENES 
La dura represión ejercida por los de Peñarroya, para disolver los motines declarados en Fórnoles, creó una corriente de comprensión y simpatía hacia los represaliados. Los de Fórnoles, aprovechando esta corriente favorable, presentaron en 1580, su demanda al Consejo de las Órdenes, órgano supremo de Calatrava, presidido por el Rey, con sede en Castilla. Apoyaron su demanda en la copia de la Carta de Gracia  ya autentificada por la Secretaría del Justicia de Aragón. No se atrevieron a presentar el original falsificado o, al menos, manipulado.
Privilegio- Consejo Supremo de Aragón
Privilegio- Consejo Supremo de Aragón
Los de Peñarroya fueron convocados a defender su posición y no comparecieron.  Consideraban que el Consejo de las Órdenes, con sede en Castilla, no era competente para resolver litigios territoriales en el Reino de Aragón y que ningún aragonés podía ser obligado a litigar fuera del Reino. Así lo manifestaron en un memorial que enviaron al Rey y al Consejo de Súplica en 1584. Estaban en lo cierto, pero no era momento propicio para este tipo de reivindicaciones. Las tensiones de la nobleza aragonesa con el Rey, por cuestiones de fueros, llevarían al patíbulo, 7 años más tarde, al Justicia de Aragón D. Juan de Lanuza el Mozo.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA
Juan de Lanuza
En 1586 el Consejo de las Órdenes, ante la contumacia y la ausencia de los de Peñarroya, dio por buenas las razones de Fórnoles y autorizó la segregación de ambas villas. Declaró nulos los acuerdos de absorción de 1397, restaurando la autonomía y la libertad de Fórnoles, como villa independiente. Pero los de Peñarroya, amparados por las resoluciones de los tribunales con sede en Aragón, ignoraron la sentencia emitida en Castilla y continuaron, por las buenas y por las malas, ejerciendo su poder sobre Fórnoles.
FelipeIII (Velázquez)
Felipe III (Velázquez)
El 15 de mayo de 1608 el rey Don Felipe III confirmó, en Valdemoro, el Privilegio de desmembración y separación de Fórnoles y Peñarroya, para zanjar de una vez el engorroso pleito entre dos villas perdidas en su inmenso imperio.  Lo hizo por su doble condición como de Rey de Aragón y como Gran Maestre y Administrador de la Orden de Calatrava. Y para que no hubiese dudas, cuatro días más tarde, fue despachado en Zaragoza, como Privilegio Real, por el Consejo Supremo de Aragón el 19 de mayo de 1608.

 JAQUE AL REY
A pesar de todo, los de Peñarroya siguieron en sus trece y, por ello, sus Jurados y concejo fueron citados el 31 de julio de 1608, para contestar a la demanda que Fórnoles había presentado para que se ejecutase la sentencia real. Los de Peñarroya intentaron rebatir todos los argumentos de Fórnoles, negando además la capacidad del Rey para despojar a Peñarroya de sus derechos adquiridos. El pleito terminó a finales de 1613 y Fórnoles recuperó su categoría de villa y todas sus instituciones perdidas en el lejano 1397. La Edad Media había muerto y el Renacimiento alcanzaba su plenitud en la villa. Para la gente de Fórnoles fue un acontecimiento histórico que cumple, estos días, su 400 aniversario.  
Fórnoles
Fórnoles
En marzo del año siguiente (1614), apenas tres meses después, el flamante nuevo concejo reunió en la plaza a todos los vecinos de Fórnoles, que aprobaron por unanimidad la norma que regularía su convivencia en el futuro: Estatutos y hordinaciones civiles y criminales. Hechas y hordenadas por los Justicia, Jurados, Concejo y Universidad de la Villa de Fórnoles. El original de este documento lo guardan en Estados Unidos, en la Biblioteca de Derecho de la universidad de Harvard (Massachussets). Por la importancia y curiosidad del documento, le dedicaré un post en el futuro.
Privlegio- Consejo Sup. Aragón (fin)
Privilegio- Consejo Superior de Aragón

PROCESO DE PROPIEDAD JURATORUM DE FÓRNOLES ET PEÑARROYA
Con este nombre es conocido el famoso pleito que tuvo en vilo muchos años a todo el Bajo Aragón. Algunas aldeas de Alcañiz, entre ellas La Codoñera, que deseaban independizarse de Alcañiz, estuvieron pendientes del desenlace del Juratorum y, más tarde, utilizaron en sus demandas los argumentos jurídicos validados por el pleito de Fórnoles y Peñarroya.
Juratorum
Juratorum
 Los juristas más prestigiosos del momento, en Aragón, intervinieron como abogados. Por parte de Fórnoles intervinieron Matías de Casanate, a quien Latassa calificaba de sabio. Su hermano Luis era calificado como uno de los mayores astros de la jurisprudencia. Matías fue padre del Cardenal D. Jerónimo de Casanate. También abogó por Fórnoles el prestigioso Doctor Arpayón, abogado de mucho prestigio en los tribunales de la época, en todo Aragón.
Por Peñarroya abogaron Matías de Bayetola y Cabanillas, catedrático de Zaragoza y escritor notable, que ostentó importantes cargos en la administración del Reino. Y Jerónimo Ardid, ilustre hijo de Valdealgorfa, el más experto conocedor de los derechos de la Orden de Calatrava en el Bajo Aragón. A ese tema dedicó la mayor parte de su erudita obra escrita.
Participaron como testigos, presentados por ambas partes, más de cien hombres de los propios pueblos y de los cercanos. Entre los favorables a Fórnoles había testigos de Belmonte, Ráfales, La Fresneda, Torre del Comte, Valderrobres y, sobre todo, de La Codoñera. Uno de los cuales, Lorenzo Vilella, era descalificado por hacer pasquines contra los clérigos de La Codoñera.Entre los testigos de Fórnoles había gente de peso, como tres notarios de Zaragoza y el Conde de Fuentes. Los testigos de Peñarroya eran de Monroyo, La Cerollera, Valjunquera, Beceite, La Fresneda y un notario de Zaragoza.
Sentencia de Felipe III (inicio)
Sentencia de Felipe III (inicio)
Son muy fuertes, y curiosas, las descalificaciones de algunos testigos por: tener intereses o parientes en el pueblo… ser hijo del cura … ser pobre que no tiene qué comer… estar catorce años divorciado de su mujer… ser bandolero y salteador de caminos… estar retirado en Aragón por una muerte que hizo en Valencia, etc. 
En aquellos tiempos aún no había máquinas de escribir, pero ya se había inventado la imprenta. La escritura manual es difícil y engorrosa de leer e interpretar y eran muchas las personas que intervenían. Para  hacer más cómoda la lectura, cada parte hizo imprimir sus escritos de alegaciones, réplicas, dúplicas y contrarréplicas. Esta circunstancia ha facilitado la conservación de varias copias perfectamente legibles.
Sentencia Felipe III (final)
Sentencia Felipe III (final)
Tengo localizadas tres copias de las alegaciones de Fórnoles: en el propio Ayuntamiento, en el archivo diocesano de Zaragoza y en la biblioteca de la Universidad de Harvard (USA). Las de Peñarroya están en el archivo privado Gil-Aznar del mismo pueblo y en el Diocesano de Zaragoza. Probablemente exista otra copia en el Archivo Histórico Nacional de Madrid (Sección órdenes militares) pero no he podido comprobarlo.
Los temas jurídicos siempre son áridos y engorrosos y poco amenos. En este caso, he intentado concentrar, en cuatro folios escasos, el contenido de los varios cientos de páginas, de que se compone el pleito. Los abogados de entonces cobraban por cada folio escrito. Los narradores de ahora lo hacemos, únicamente, por el interés que estos temas puedan suscitar entre quienes nos leen.
BIBLIOGRAFÍA Y ENLACES
ARCHIVO GIL-AZNAR, “Allegación del D. Geronymo Ardit por la villa de Peñarroya contra Fórnoles”. Peñarroya de Tastavins. 1613.
Enlace villa Andorra
DE CASANATE, Matías. “Sumario del Proceso de Propiedad Juratorum de Peñarroya et Fórnoles” Caesaraugustae: Apud Petrum Cabarte, Anno Domini M.DC.XII. (Archivo municipal de Fórnoles)
HARVARD LIBRARY (Cambridge- Massachusetts- USA) (Copia notarial de 1614 de  los  “Estatutos y hordinaciones civiles y criminales. Hechas y hordenadas por los Justicia, Jurados, Concejo y Universidad de la Villa de Fórnoles”.  http://pds.lib.harvard.edu/pds/view/19768130 

sábado, 8 de febrero de 2020

La gen de poble

Avui la poesía va dedicada a la gen que viu als pobles. Orgullosos tenim que esta aquells que encara vivim als pobles.
La gen de poble es mol espesial
Entre tots formen una bona comunidat
Cuán tingues problemes vindran a ajudat
U dixaran tot pa aliviat lo teu mal
Al poble se viu en armonía
La vida pase a una atra velosidat
Se valoren mol les coses de verdat
Se busque la felisidat a cada día
Los chiquets juguen als carres
De menudets disfruten dels amics
Juguen junts y pasen los dies mes bonics
Adeprenen de verdat a conviure en los demes
Y estes coses no se tenen a la capital
Pos allí tenen que está mes controlats
Ñan mols perills los han de tindre mes lligats
No podé jugá al carre u trobaran normal
Potse serán los valós mamats desde menuts
Lo parlá sinc minuts cada día en lo teu veí
Preocupat de si avui está milló que aí
Si ya a dixat atrás los seus moments fotuts
Sensasions bones al poble trovarás
Una explosió de colós, no ne falte cap
De bones aulós ne podrás omplí un sac
De lealtat y honestidat ben plé lo cavás
De sonrises plens ne van los carrés
Als ulls de la gen rebose la felisidat
La lluna de nit guarde tota la verdat
Y lo sol cada día la porte hasta los racons radés
Al poble, si, se viu en tranquilidat
Viuen envoltats de tota la naturalesa
Trevallen cada día en molta duresa
La gen del poble es dura de verdat.

miércoles, 29 de enero de 2020

JORNADA QUINTA. NOVELA SEGONA.

JORNADA QUINTA. NOVELA SEGONA.

Costanzavol a Martuccio Gomito y, sentín que habíe mort, desesperada puchesola a una barca, que es transportada pel ven hasta Susa; lo trobe viu a Túnez, se descubrix an ell, y ell, están en gran favor del rey per los consells que li ha donat, casánse en ella, ric, sen entornen cap a Lípari.

La reina, veén acabada la história de Pánfilo, después de habéla alabat mol, li va maná a Emilia que continuare, y ella va escomensá aixina:
Tots debém en raó chalá en les coses que veém seguides per lo galardó que mereixen los afectes. Debéu, pos, delicades siñores, sabé que prop de Sicilia ña una isleta que se diu Lípari, a la que, no fa encara mol tems, va ñabé una jove mol guapa de nom Costanza, naixcuda a la isla de gen mol honrada, se va enamorá de ella un jove que vivíe a la isla, de nom Martuccio Gomito, mol pito y cortés y mol bo al seu ofissi. Ella tamé se va inflamá per nell, y no estabe be mes que cuan lo veíe, y dessichán Martuccio tíndrela per dona, la va fé demaná a son pare, y éste va contestá que ell ere pobre y per naixó no volíe donálay.
Martuccio, despechat al vóres rechassat per la seua pobresa, en algúns amics y paréns van armá un barco, y va jurá no torná may mes a Lípari sino se fée ric; y partín de allí, va escomensá a piratechá per les costes de Berbería, robán a consevol que puguere menos que ell. En esta empresa li va acompañá la fortuna, y lo haguere acompañat mes tems si haguere sabut ficáli freno. Pero no tenínne prou en habés fet mol ric en poc tems, mentres buscaben fés mes rics, va passá que per algúns barcos sarracenos después de llarga defensa, en los seus compañs va sé apresonat y robat, y la nave feta trossos y afonada. Ell, portat a Túnez, va sé ficat a la presó y allí tingut en llarga miséria. Va arribá a Lípari no per una ni per dos, sino per moltes y diferentes persones la notíssia de que tots aquells que en Martuccio anaben al barquet se habíen afonat. La jove, que estabe mol trista per la partida de Martuccio, sentín que jun en los atres habíe mort, va plorá mol tems, y va dessidí no seguí viva, y com lo seu cor no podíe aguantá lo matás an ella mateixa en violénsia, va pensá féu de un atra manera. Eixín secretamen una nit de casa seua y arribán al port, va trobá per casualidat, una mica separada de les atres barques, una barqueta de peixcadós, y com acababen de baixá de ella los seus patróns, la va trobá preparada, en mástil y rems. Y puján an ella rápidamen y remán pel mar, com sabíe bastán del navegá, com en general totes les dones de aquella isla, va issá o alsá la vela, va tirá los rems, va adressá lo timó y se va entregá al ven, pensán que passaríe que lo ven volcaríe la barca sense cárrega y sense piloto, o que la faríe empastrás contra les roques. Pensán aixó, se va tapá lo cap en una manteta y se va gitá plorán al fondo de la barca. Pero no va ocurrí lo que ella pensáe: sén aquell ven que bufáe de tramuntana pero suavet, y sense casi oles, se aguantáe be la barqueta, y al tardet de en son demá de habé pujat a la barca, a unes sen milles de Túnez, a una playa veína de una siudat de nom Susa va arribá. La jove no sen habíe donat cuenta de que ya estáe a la playa, perque no habíe eixecat lo cap ni volíe eixecál. Allí estáe per casualidat una pobre dona a la voreta del mar, que repassáe les rets dels peixcadós de casa. Esta dona, veén la barca, se va maravillá de vore que en la vela desplegada habíe arribat an terra; y pensán que an ella dormíen los peixcadós, va aná cap a la barca y se va trobá en esta jove, y la va cridá moltes vegades, perque dormíe com un soc, y al final la va fé despertás, y veén en lo vestí que ere cristiana, parlánli en ladino li va preguntá cóm ere que habíe arribat allí sola.
La jove, sentínla parlá en ladino, va pensá que lo ven la habíe tornat a Lípari, y ficánse de peu va pegá una ullada per los voltáns, y com no coneixíe la comarca, li va preguntá a la bona dona aón estabe.
Y la bona dona li va contestá:
- Filla meua, estás prop de Susa, a la Berbería.
Sentit açó, veén que Deu no habíe volgut enviáli la mort, va tíndre temó del seu deshonor y no sabén qué fé, se va assentá al canto de la barca, y va torná a plorá. La bona dona, veén assó, va sentí piedat de ella, y tan li va rogá que se la va emportá a la seua barraca; y tan la va adulá que ella li va di cóm habíe arribat hasta allí, per lo que, veén la bona dona que estabe encara en dijú, li va doná del seu pa du y algún peixet y aigua, a ella va minjá una mica. Después li va preguntá Costanza quí ere a la bona dona que parlabe ladino; y ella li va di que ere de Trápani y que teníe per nom Carapresa y que allí servíe a uns peixcadós cristiáns.
La jove, al sentí di «Carapresa», va creure que ere una bona señal habé escoltat este nom, y va escomensá a sentí esperanses sense sabé de qué y se ni en va aná lo dessich de morí; y sense manifestá quí ere ni de aón, li va rogá insistenmen a la bona dona que per amor de Deu tinguere misericórdia de la seua juventut y que li donare algún consell en lo que puguere escapá de que li faigueren algún mal. Carapresa, al sentíla, com bona dona que ere, la va dixá a la barraqueta, rápidamen va arrepetá les seues rets y va torná en ella, y tapánla en la seua manta, se la va emportá en ella a Susa, y arribán les dos allí, li va di: - Costanza, yo te portaré a casa de una boníssima Siñora mora a qui servixco moltes vegades en lo que ella nessessite, y es una Siñora agüeleta y misericordiosa; te recomanaré an ella tot lo que puga y estic seguríssima de que te ressibirá de bon grado y te tratará com a una filla, y tú, están en ella, te les ingeniarás com pugues, servínla, per a conseguí la seua grássia hasta que Deu te envío milló sort. Y com u va di, u va fé. La Siñora, que ere ya agüela, después de sentíla, va mirá a la jove a la cara y va escomensá a plorá, y agarránla fort, la va besá al fron, y después se la va emportá de la ma cap a casa, a la que vivíe en unes atres dones, sense cap home, y totes treballaben fén coses en les seues mans, seda, palma, cuero. La jove en pocs díes va adepéndre a fé alguna coseta y en elles va aná treballán en molta grássia y amor, y elles li van amostrá la seua llengua. Vivín, pos, la jove a Susa, habén sigut ya a casa seua plorada per perduda y morta, va passá que, sén rey de Túnez un que se díe Meriabdelá, un jove de gran linaje y de mol poder que ñabíe a Granada, dién que li perteneixíe an ell lo reino de Túnez, va ajuntá una grandíssima multitut de gen contra lo rey de Túnez y va aná allí per a fótrel fora del reino. Y arribán estes coses als oíts de Martuccio Gomito a la presó, lo que mol be sabíe lo berberisco, y sentín que lo rey de Túnez se esforsabe moltíssim en deféndrela, va di a un de aquells que an ell y als seus compañs guardaben:
- Si yo puguera parláli al rey, me diu lo cor que li donaría un consell en lo que guañaríe la guerra. Lo guardia li va di estes paraules al seu siñó, y éste les hi va contá al rey. Lo rey va maná que li fore portat Martuccio; y preguntánli quin ere lo seu consell, li va contestá aixina:
- Siñó meu, si hay vist be a datres tems que hay estat an estes terres vostres cóm són les vostres batalles, me pareix que les feu sobre tot en arqués y fleches; y per naixó, si trobara la manera de que als arqués del vostre adversari los faltaren saetes y que los vostres ne tingueren en abundánsia, crec que venseríeu esta batalla.
Y lo rey li va di:
- Sense cap duda, si aixó puguere fés, penso que guañaría.
Y Martuccio li va di:
- Siñó meu, si voléu, aixó podrá fés, escoltéu cóm:
vatros teníu que fé cordes mol mes primes per als arcos dels vostres arqués que les que se fan aná normalmén, y después maná fé saetes que tinguen la muesca diferén, y sol se puguen tirá be en estes cordes primes; y aixó convé féu tan secretamen que lo vostre adversari no u sápie, perque de un atra manera trobaríe un remey. Y la raó per la que tos dic aixó es ésta: después de que los arqués del vostre enemic haiguen tirat les seues saetes y los vostres les seues fleches, sabéu be que les fleches que los vostres arqués haiguen disparat les arreplegarán los vostres enemics, per a seguí la batalla, y los vostres arreplegarán les seues; pero los adversaris no podrán fé aná les saetes aviades per los vostres perque les muesques no entrarán a les cordes grosses, mentres als vostres los passará lo contrari en les saetes del enemic, perque a les cordes primes entrarán mol be les saetes que tinguen les muesques mes amples; y aixina los vostres tindrán gran acopio de saetes mentres los atres tindrán falta de elles. Al rey, que ere sabut, li va agradá lo consell de Martuccio y lo va seguí, y va guañá la guerra, en lo que Martuccio va conseguí la seua grássia y, per tan, un gran y ric estat. Va corre la fama de estes coses per lo país y va arribá a oíts de Costanza que Martuccio Gomito estabe viu, al que tan tems habíe cregut mort; per lo que l´amor per nell se va inflamá y se va fé mes gran y la morta esperansa va apareixe. Li va manifestá a la bona Siñora en la que vivíe tots los seus assuntos, y li va di que dessichabe aná a Túnez per a vore en los seus ulls alló que li arribáe pels oíts, y ella va alabá mol lo seu dessich, y com si haguere sigut sa mare, puján a una barca, sen va aná cap a Túnez les dos, aon van sé ressibides a casa de una parén seua. Carapresa va aná a escoltá lo que se sabíe de Martuccio; y sabén que estabe viu y en gran estat, va volé la noble Siñora significáli a Martuccio que allí estáe Costanza que veníe a trobál. Anán un día aon Martuccio estabe, li va di:
- Martuccio, a casa meua ha arribat un criat teu que ve de Lípari y voldríe en secret parlát; y per naixó, per no confiás als atres, tal com ell ha volgut, yo hay vingut a díteu. - Martuccio li va doná les grássies y la va seguí a casa. Cuan la jove lo va vore, prop va está de morís de alegría, y sense pugué aguantás, en los brassos uberts se li va aventá al coll y lo va abrassá, y per les penes passades y per la alegría presén, se va quedá encanada de tan plorá.
Martuccio, veén a la jove, se va quedá sense paraula de la sorpresa, y después, suspirán, va di: - ¡Oh, Costanza meua! ¿Estás viva? fa mol tems que vach sentí que habíes mort y al nostre país de tú res se sabíe.
Y dit aixó, plorán téndramen, la va abrassá y la va besá. Costanza li va contá totes les seues aventures y lo honor que habíe ressibit de la noble Siñora en qui habíe estat. Martuccio, después de mols raonaméns, separánse de ella, aon estáe lo seu siñó sen va aná y lay va contá tot, y li va di que volíe casás en ella. Lo rey se va maravillá de estes coses, y va fé víndre a la jove, y ella li va confirmá lo que Martuccio li habíe dit; y entonses li va di:
- Pos mol be tel has guañat per home.
Y va fé portá grandíssims y nobles regalos, una part per an ella y l´atra per a Martuccio, donánlos lissénsia per a fé lo que vullgueren los dos. Martuccio, honrada mol la noble Siñora en la que Costanza habíe viscut, y agraínli lo habíe fet per nella, li va doná mols regalos, y, no sense moltes llágrimes de Constanza, se van despedí; y después, puján a un barquet en lissénsia del rey, acompañánlos Carapresa, en bon ven van torná a Lípari, aon va ñabé tan gran festa com may habíe ñagut. Allí Martuccio se va casá en ella y se van fé mol grans y hermoses bodes, y en pas y descáns, mol tems van gosá del seu amor.


domingo, 26 de enero de 2020

LUCHAREM (Juan Carlos Abella)

Com corre lo temps, com pase la vida. Mare de deu lo que mos ha vingut esta semana. Per aixó penso que es bo que tos fica una poesía de esperansa. La que mos ha vingut a segut mol grosa, pero pareis que ara ya ha pasat. Es un homenage a tots natros, a la nostra gen, a la nostra valentia, a eixe esperit luchadó que tenim, a eixa solidaridat espesial que tenim la gen de poble. Encara que no vach podé ficatos la poesía aí divendres, u fach avui disabte. Es una poesía pa intentá puijamos los ánimos.

LUCHAREM (Juan Carlos Abella), Valderrobres, neu, nevada, maleses


"LUCHAREM"
No tenim cap po
Som gen mol valenta
Si algo mos sobre es espenta
Segú que puijarem este grasó
Que mos venen adversidats
Natros mai perderem la esperansa
Ganes de luchá me tenim en abundansia
Pa luchá estem mol ben preparats
Tots junts obrirem lo camí
Entre tots llimpiarem lo carré
Mos ajudarem uns als atres tamé
Pa que los pijos momens puguem resistí
Tenim lo milló tesoro, la solidaridat
Que fa que cuan estem patim devalen
Tots acudim pa aliviá eixe patimen
Es una proba de gran lealtat
Mai perderem la esperansa
Ni perderem les nostres forses
Juns puijarem les pijos costes
No pararem hasta trová la bonansa
Som gen que valem mol
Gen que tenim los millós sentimens
Los tenim tots mol adins
Pa fe que torno a eixí lo milló sol
Tots junts tornarem a riure
Tots junts lucharem aquí
Tots junts u farem cada matí
Tots junts tornarem a viure.

Mapa de Narnia

¿May tos habíeu fixat en lo mapa de Narnia? Atentos:


Narnia, països catalans, ¿May tos habíeu fixat en lo mapa de Narnia? Atentos:

LO TONTO DEL POBLE.

Se conte que a Calaseit, un poble del Matarraña, un corret de persones se divertíe en lo tonto del poble, un pobre infelís, de poca inteligénsia, que vivíe fen recadets a cambi de una simple moneda.

Diariamén, alguns homens quirdaben al tonto al bar aon se ajuntáen y li oferíen triá entre dos monedes: la una de mida gran de 400 reals y
l´atra mes minuda, de 2000 reals. Ell sempre triabe la mes gran y de menos valor, lo que feie riure a tots.

Un día, algú que aguaitáe al grupet divertínse en lo inossén home, lo va quirdá apart y li va preguntá si encara no sen habíe acatat de que la moneda mes gran valíe menos, y éste li va contestá:

U sé, no soc tan tonto, la moneda gran val sing vegades menos, pero lo día que tría la menuda, lo joc se acabará y no me emportaré mes monedes.

Esta historia podríe acabá aquí, pero no.

Lo primé: Qui pareix tonto, no sempre u es.

Lo segón: Una ambissió sense mida pot acabá tallán la teua fon de ingresos.

Pero lo mes interessán es que: Podem está be, encara que los atres no tinguen una bona opinió sobre natres mateixos. Per tan, lo que importe no es lo que penson de natros, sino lo que un pense de ell mateix.

Lo verdadé home inteligén, es lo que aparente sé tonto dabán de un tonto que aparente sé inteligén.


LO TONTO DEL POBLE, cuento, Calaseit, Calaceite

miércoles, 22 de enero de 2020

Lo carro vuit. (agüelo sebeta)

Lo carro vuit. (agüelo sebeta)

Lo carro vuit. Agüelo Sebeta, Luis Arrufat

Seguisco replegán charrades que pa mí sempre dúen alguna llisó que deuríem aprofitá y com están en castellá, intento traduiles al Chapurriau y donals lo mateis sentit en la nostra llengua.
“Un día anáen al campo lo agüelo “Sebeta” y lo seu net lo “Luiset” y, com sempre, mentres camináen, anáen charrán.
Va di lo agüelo:
-Luiset ¿Sens cóm canten los muisonets?
-Sí –va contestá lo menut- pareis una banda de música en mols instruméns.
-Y, entre lo soroll del campo, ¿Escoltes algo més? –va seguí lo yayo-
-No -li va contestá, Luiset-.
-Pos mira. Dintre de poc pasará per aquí un carro y encara te vach a dí algo més, eise carro va vuit.
-¿Vuit? –va repetí lo sagal- ¿Y cóm hu sap aisó, vusté? Si no l’ham vist, nil veem.
-Esperat un poc y lo veurás pasá, tú encara nol veus, pero yo si quel sentisco.
Cuan habíen pasat uns minuts, per la revolta va apareise lo carro del Sebastiá, en lo macho a les vares. Ara ya se sentíe lo ruido y tan cóm se anáe arrimán encara creisíe més, hasta que al pasá a la seua bora lo soroll ya ere una ruidera.
Lo Sebastiá va pará al macho y va saludá a la parella:
-Bon día tio “Sebeta” y Luiset.
-Bon día, Sebastiá: ¿De aón vens?
-Del Terme Fornols, hay anat a buidá un carro de fem a les meloneres, a ver si tením sort y este añ podém minchá melóns. Y vustés ¿Qué van, de paseo?
-Si chiquet, anem a veure cóm están los presecs, a ver si maduren. ¿Li disaríes al chiquet que se asomo dins del carro?
-No faltaríe més que miro tot lo que vullgue.
Lo sagal se empine un poc y mire dins de la caisa del carro. Allí al fondo sol ñá una borrasa y una cabegueta. Sen entorne y mire a son yayo. Lo agüelo apuche y baise lo cap, com donán a entendre: “Ya te hu había dit yo”.
Lo Sebastiá, lleve lo freno, arrée al macho y seguís lo seu camí en aquella escandalera de les rodes de fusta entropesán en les aigüeres y los grasóns del camí y la cabegueta saltán dintre de la caisa, per los moiméns del carro.
Al ratet, lo ruido ya está al bais de la costa y se sentís menos, la nostra parella que ha seguit caminán, puchán la costa, continue la charrada.
Parle lo chic:
-Pero Vusté ¿Cóm podíe sabre que veníe un carro y encara més que anáe vuit? ¿Es magia?
Lo “Sebeta”, en tota la sensilles del mon, li diu:
-No fillet, no es magia, sol es pará conta a lo que veus, a lo que sens. De menut, igual que yo te fach ara, lo meu agüelo me va enseñá que cuan lo carro está vuit, desordenat, destartalat, fá més ruido. Aisí cuan hay sentit que al atre costat de la vall, retumbáe lo ruido de les rodes y la cabegueta, me hay donat conta de que lo carro baisáe per la costa y pronte se crusaríe en natres.
Lo sagal se va quedá marcat pa tota la vida y, desde entonses, cuan escolte o veu a algú charrán masa, no disán parlá als demés, sen mol alcahuet, alabánse a ell mateis, despresián als atres, en una palabra un charraire, li pareis sentí la veu de s’agüelo: “Cuan més vuit está lo carro, mes gran es lo soroll que fá”.”
FIN.

Lo carro vuit

Lo carro vuit.

Lo carro vuit.

Seguisco replegán charrades que pa mí sempre dúen alguna llisó que deuríem aprofitá y com están en castellá, intento traduiles al Chapurriau y donals lo mateis sentit en la nostra llengua.
“Un día anáen al campo lo agüelo “Sebeta” y lo seu net lo “Luiset” y, com sempre, mentres camináen, anáen charrán.
Va di lo agüelo:
-Luiset ¿Sens cóm canten los muisonets?
-Sí –va contestá lo menut- pareis una banda de música en mols instruméns.
-Y, entre lo soroll del campo, ¿Escoltes algo més? –va seguí lo yayo-
-No -li va contestá, Luiset-.
-Pos mira. Dintre de poc pasará per aquí un carro y encara te vach a dí algo més, eise carro va vuit.
-¿Vuit? –va repetí lo sagal- ¿Y cóm hu sap aisó, vusté? Si no l’ham vist, nil veem.
-Esperat un poc y lo veurás pasá, tú encara nol veus, pero yo si quel sentisco.
Cuan habíen pasat uns minuts, per la revolta va apareise lo carro del Sebastiá, en lo macho a les vares. Ara ya se sentíe lo ruido y tan cóm se anáe arrimán encara creisíe més, hasta que al pasá a la seua bora lo soroll ya ere una ruidera.
Lo Sebastiá va pará al macho y va saludá a la parella:
-Bon día tio “Sebeta” y Luiset.
-Bon día, Sebastiá: ¿De aón vens?
-Del Terme Fornols, hay anat a buidá un carro de fem a les meloneres, a ver si tením sort y este añ podém minchá melóns. Y vustés ¿Qué van, de paseo?
-Si chiquet, anem a veure cóm están los presecs, a ver si maduren. ¿Li disaríes al chiquet que se asomo dins del carro?
-No faltaríe més que miro tot lo que vullgue.
Lo sagal se empine un poc y mire dins de la caisa del carro. Allí al fondo sol ñá una borrasa y una cabegueta. Sen entorne y mire a son yayo. Lo agüelo apuche y baise lo cap, com donán a entendre: “Ya te hu había dit yo”.
Lo Sebastiá, lleve lo freno, arrée al macho y seguís lo seu camí en aquella escandalera de les rodes de fusta entropesán en les aigüeres y los grasóns del camí y la cabegueta saltán dintre de la caisa, per los moiméns del carro.
Al ratet, lo ruido ya está al bais de la costa y se sentís menos, la nostra parella que ha seguit caminán, puchán la costa, continue la charrada.
Parle lo chic:
-Pero Vusté ¿Cóm podíe sabre que veníe un carro y en cara més que anáe vuit? ¿Es magia?
Lo “Sebeta”, en tota la sensilles del mon, li diu:
-No fillet, no es magia, sol es pará conta a lo que veus, a lo que sens. De menut, igual que yo te fach ara, lo meu agüelo me va enseñá que cuan lo carro está vuit, desordenat, destartalat, fá més ruido. Aisí cuan hay sentit que al atre costat de la vall, retumbáe lo ruido de les rodes y la cabegueta, me hay donat conta de que lo carro baisáe per la costa y pronte se crusaríe en natres.
Lo sagal se va quedá marcat pa tota la vida y, desde entonses, cuan escolte o veu a algú charrán masa, no disán parlá als demés, sen mol alcahuet, alabánse a ell mateis, despresián als atres, en una palabra un charraire, li pareis sentí la veu de s’agüelo: “Cuan més vuit está lo carro, mes gran es lo soroll que fá”.”
FIN.

JORNADA QUINTA. NOVELA PRIMERA.

JORNADA QUINTA. NOVELA PRIMERA.

Cimone, per amor, se fa sabio y a Ifigenia, la seua Siñora, rapte al mar; es fet presoné a Rodas, de aon Lisímaco lo libere, y, de acuerdo en ell, rapte a Ifigenia y a Casandra a les seues bodes, fugín en elles a Creta; y allí, fénles les seues dones, en elles a les seues cases són cridats.

Moltes históries, amables siñores, per a doná prinsipi a tan alegre jornada com sirá ésta me se fiquen dabán per a sé contades; de les que una hay triat, perque per nella podréu entendre no sol lo felís final, sino lo santes que eren, lo poderoses y lo benéfiques les forses del Amor, les que mols, sense sabé lo que diuen, condenen en gran error; lo que, si no me equivoco (perque crec que estéu enamorades) mol tos agradará. Pos aixina com ham lligit a les antigues históries de los chipriotes, a la isla de Chipre va ñabé un home nobilíssim de nom Aristippo, mol mes ric que los seus paissanos, en tots los bens temporals, y si en una cosa no l´haguere ferit la fortuna, mes que dingú haguere pogut sentís contén. Y ere ésta que entre los seus fills ne teníe un que en estatura y bellesa de cos a tots los demés joves sobrepassabe, pero ere tonto y sompo sense esperansa. Se díe Caleso, y com ni traballán en cap mestre ni per les paraules o cops del pare ni per ingenio de cap atre habíe pogut ficásseli al cap ni lletra ni educassió, aixina com per la seua veu grossa y mal feta y per les seues maneres mes propies de animal que de home, per a enríuressen d´ell lo cridaben Cimone, lo que en la seua llengua sonabe com en la nostra «burro». La seua malgastada vida lo pare la soportabe en grandíssim doló; y habén perdut ya tota esperansa, per a no tíndre sempre dabán la causa del seu doló, li va maná que sen aniguere al campo y que allí visquere en los seus llauradós; aixó li va agradá mol a Cimone perque les costums y les maneres de los homens rústics eren mes del seu gust que les de la siudat.
Anánsen, pos, Cimone al monte, y fen allí les coses que corresponíen an aquell puesto, va passá que un día, passat ya michdía, anán ell de una possessió cap a un atra en una gayata, va entrá a un bosquet mol majo que ñabíe an aquella comarca, y com ere lo mes de mach, estabe tot aufanós; caminán per allí va arribá a un pradet rodechat de altíssims ábres, y a un dels racóns ñabíe una fresca fon, y gitada a la vora va vore dormí a una majíssima jove cuberta per un vestidet tan sutil que no amagabe casi res de les apretades carns, y de la sintura cap a dal estabe sol cuberta per un drapet blanquíssim que clarejáe; y jun an ella dormíen dos dones y un home, criats de esta jove. Tal com Cimone la va vore, com si may haguere vist a una dona, apoyánse a la gayata, sense di res, en admirassió la va está mirán; y al seu pit, aon en mil enseñanses no se habíe pogut fé entrá cap impresió, va sentí despertá un pensamén que li díe a la seua material y grossa men que aquella ere la cosa mes maja que may habíe sigut vista per cap home viu.
Y allí va aná remirán les seues parts, alabán la seua melena, que li pareixíe d´or, la fron, lo nas y la boca, la gola y los brassos y sobre tot lo pit, encara no massa eixecat; y de llauradó convertit de repén en juez de la hermosura, dessichabe vóreli los ulls, que los teníe tancats, apretats per molta son acumulada. Y per a vórelsi moltes vegades va sentí la tentassió de despertála. Pero pareixénli infinitamen mes guapa que datres dones que antes habíe vist, dudabe que no fore alguna diosa; y tan juissi mostrabe que jusgabe que les coses divines eren mes dignes de reverénsia que les mundanes y per naixó se aguantáe esperán que per nella mateixa se despertare; y encara que la espera li pareguere massa llarga, invadit per un extrañ plaé, no sabíe anássen de allí.
Va passá, pos, que, después de mol rato, la jove, de nom Ifigenia, antes que ningú de los seus se va despertá, y alsán lo cap y obrín los ulls, y veén que apoyat a la gayata estabe Cimone dabán de ella, se va extrañá mol, y va di:
- Cimone, ¿qué vas buscán an estes hores per este bosque?
Ere Cimone, tan per la seua hermosura com per la noblesa y riquesa del pare, y tamé pel seu cabet per a fél en arrós, conegut a consevol part del país. No va contestá res a les paraules de Ifigenia, pero al vórela obrí los ulls la va escomensá a mirá fíxamen, pareixénli que de ells eixíe una suavidat que lo omplíe de un plaé may sentit per nell. Lo que veén la jove va escomensá a tíndre temó de que se animare an alguna cosa que puguere portáli deshonra, per lo que va cridá a les seues criades, y se va eixecá dién:
- Cimone, quedéutos en Deu. -
Y entonses Cimone li va contestá:
- Yo vach en tú. -
Y per mol que la jove rechassáre la seua compañía, sempre en temó, no va pugué separál de ella hasta que no la habíe acompañat a casa seua; y de allí sen va aná a casa de son pare afirmán que de cap manera tornaríe al campo; lo que, per mol pesat que los resultáe a son pare y als seus, li van dixá fé, esperán a vore qué l´habíe fet cambiá de opinió. Habén, pos, entrat la saeta de Amor al cor de Cimone, per la hermosura de Ifigenia, en mol poc tems, anán de un pensamén a un atre, va maravillá a son pare y a tots los seus y a consevol atre que lo coneixíe. Primé li va demaná a son pare que lo faiguere vestí en los trajes y totes les demés coses adornat que portáen sons germáns, lo que son pare va cumplí contentíssim. Después, reunínse en los joves de pro y sentín parlá de les coses que corresponen als gentilhomens, y mes als enamorats, primé en admirassió de tots en poc tems, no sol va adependre les primeres lletres, sino que va arribá a sé de gran valor entre los filósofos; y después de aixó, sén raó de tot alló l´amor que li teníe a Ifigenia, no sol la veu áspra y rústica va cambiá a educada y siudadana, sino que va arribá a sé mestre de canto y de música, y en lo cabalgá y en les coses de la guerra, tan marines com de terra, expertíssim y valén va arribá a sé. Y per a no contá en detalle totes les coses de la seua virtut, no habíe passat lo cuart añ desde lo día del seu primé enamoramén cuan habíe arribat a sé lo mes pito y lo mes cortés y lo que teníe mes particulás virtuts entre los atres joves que ñabíen a la isla de Chipre. ¿Qué es, amables siñores, lo que ham de pensá de Cimone? En verdat, les altes virtuts per lo sel infundides a la seua valerosa alma habíen sigut per la envechosa fortuna a una part del seu cor en llassos fortíssims lligades y tancades, y tots estos llassos va trencá Amor y los va fé pedassos, perque l´Amor es mol mes poderós que la fortuna; y com animadó de los adormits ingenios oscurits, en la seua forsa va arrastrá a la clara llum mostrán ubertamén de quín puesto arrastre als espíritus lligats an ell y a quín los porte en los seus rayos. Cimone, per mol que exagerare en voldre a Ifigenia en algunes coses, aixina com solen fé los joves amáns, no per naixó Aristippo, considerán que Amor lo habíe fet de mardá transformás en persona, no sol no dixabe de ajudál sino que lo animabe a seguí en tota la seua voluntat. Cimone, que no volíe tíndre de nom Galeso perque aixina lo coneixíe Ifigenia, volén cumplí lo seu dessich, moltes vegades va fé sondejá o tantejá a Cipseo, son pare de Ifigenia, per a que lay donare com a dona, pero Cipseo va contestá sempre que lay habíe prometut a Pasimundas, noble jove de Rodas, y que enteníe no faltá a la seua paraula.
Y habén arribat lo tems de les pactades bodes de Ifigenia, y habén manat a per nella lo que habíe de sé lo seu home, se va di Cimone:
«Ara es l´hora de mostrá, oh Ifigenia, cuán te vull. Per tú me hay fet un home y si puc tíndret no ting cap duda que me convertiré en mes gloriós que algún Deu; te hay de tíndre o me moriré.»
Y dit aixó, de amagatóns an algúns nobles joves amics d´ell los va demaná ajuda, y fen secretamen armá un barco en totes les coses oportunes per a la batalla naval, se va fé a la mar, en espera del barco que teníe que transportá a Ifigenia cap al seu home a Rodas. Al día siguién en lo seu barco van alcansá lo d´ella, y desde la proa als que anaben al barco de Ifigenia, va cridá mol fort:
- Paréu, arriéu les veles, o esperéu sé vensuts y afonats al mar. Los adversaris de Cimone habíen portat les armes a cuberta y se preparaben per a deféndres; per lo que Cimone, agarrán, después de les paraules, un arpón de ferro, lo va aviá cap a la popa de los rodenses, que coláen depressa, y lo arpón se va aguantá per a saltá, en la furia de un león, sense esperá a que dingú lo seguire, a la nave de Rodas, com si tots los que allí estaben no foren dingú; y espolejánlo Amor, en maravillosa forsa entre los enemics se va aventá, en un gaviñet a la ma y ara a éste ara an aquell ferín, com a ovelles los tombáe. Lo que veén los rodenses, tirán an terra les armes, casi a una veu se van declará presonés y vensuts.
Cimone los va di:
- Joves, ni vull cap botín ni cap enfado contra vatros me va fé partí de Chipre per a asaltátos al mich del mar en ma armada: lo que me va moure es per a mí grandíssima cosa de conseguí y per a vatros fássil de consedí en pas, y es Ifigenia, a la que vull sobre totes les coses, y a la que no podén obtíndre de son pare com amic y en pas, a vatros com enemic y en les armes me ha espentat Amor a robátola. Donéumela, y anéu en la grássia de Deu.
Los joves li van entregá a Ifigenia, llagrimosa, a Cimone; y ell, veénla plorá, li va di:
- Noble Siñora, no tingues pena; soc lo teu Cimone, que per un llarg amor mol mes hay mereixcut tíndret que Pasimundas per una paraula donada.
Cimone, entonses, mes contén que cap atre home en la adquisissió de tan cara prenda, después de consolála, que encara pllorabe, va deliberá en los seus compañs que no ere bona idea torná a Chipre de momén, per lo que, de comú consell, tots cap a Creta, aon casi tots ells y mes Cimone, per velles parenteles y ressiéns y per mols amics creíen que estaríen segús jun en Ifigenia, van adressá la proa de la seua nave. Pero la fortuna, que mol fássilmen habíe otorgat a Cimone la consecusió de la dona, inconstán, de repén en triste y amarc plo va mudá la alegría del enamorat jove. No habíen encara passat cuatre hores desde que Cimone habíe dixat als rodenses cuan, arribán la nit (que Cimone esperabe mes bona que cap de les passades) se va eixecá un temporal mol fort y tempestuós que al sel en núgols y al mar en vens mol forts va plená. Dingú podíe vore qué fée ni aón anáe, ni siquiera mantíndres a cuberta per a buscá algún refugi. Pareixíe que los deus li hagueren consedit lo seu dessich per a que mes dolorós li fore lo morí, de lo que sense alló poc se haguere preocupat abáns. Se dolíen igual los seus compañs, pero sobre tots se dolíe Ifigenia, plorán mol fort y en molta temó a cada sacsada de les oles, y en la seua plorera áspramen juráe contra l´amor de Cimone y se queixabe de lo seu atrevimén, afirmán que habíe mogut aquella tronada perque los deus no volíen que aquell que contra lo seu gust volíe tíndrela per dona puguere gosá del seu presuntuós dessich sino que, veénla antes morí an ella, ell después moriguere miserablemen. En tals laméns y en atres mes grans no sabén los marinés qué fé, bufán lo ven cada vegada mes fort, sense sabé ni atiná aón anáen, van arribá prop de la isla de Rodas; y no sabén quina isla ere aquella, se van esforsá tan com van pugué, per a salvá les seues vides y van arribá a terra. La fortuna los va portá a un entrán del mar aon poc abáns que ells los rodenses liberats per Cimone habíen arribat en la seua nave; y abáns de donássen cuenta de que habíen anclat a la isla de Rodas, se van vore (al eixí la aurora y fés lo sel algo mes cla) mol prop, a un tiro de arco, del barco que lo día anterió habíen dixat libre, de lo que Cimone, angustiat sense mida, pensán que li passaríe lo que li va passá, va maná que se ficare tot esfors en eixí de allí y aná cap aon la fortuna los portare perque a cap puesto podríen está pijó que allí. Se va intentá fugí de la cala, pero tot va sé en vano: lo ven poderossíssim los espentabe a la vora contraria hasta lo pun de que no sol no van pugué eixí del golfet, sino que, vullgueren o no, los va espentá cap a terra. Y al arribá an ella van sé reconeguts per los marinés rodenses que habíen desembarcat, y un d´ells rápidamen va corre cap a una hassienda prop de allí aon habíen anat los nobles joves de Rodas y los va contá que allí estáen Cimone en Ifigenia a bordo de la nave per lo mateix azar que ells. Éstos, al sentíl, contentíssims, agarrán a mols dels homens de la hassienda, rápidamen van aná cap a la playa; y Cimone, que ya an terra en los seus habíe pres la dessisió de fugí an algún bosquet, tots juns en Ifigenia van sé pessigats y portats a la hassienda, y de allí, vingut de la siudat Lisímaco, lo sumo magistrat de Rodas, en grandíssima compañía de homens de armes, a Cimone y a tots los seus compañs se va emportá a la presó, com habíe manat Pasimundas, a qui les notíssies habíen arribat, y se habíe querellat dabán del senado de Rodas. Y de tal guisa lo pobret y enamorat Cimone va pedre a la seua Ifigenia guañada per nell poc tems atrás sense habéli tret poc mes que algún beset.
Ifigenia va sé ressibida y confortada per moltes dones nobles de Rodas, tan per lo doló patit durán la seua captura com per la temó passada al enfadat mar, y en elles se va está hasta lo día fixat per a les bodes. A Cimone y als seus compañs, per la libertat que habíen donat als joves rodenses, los va sé respetada la vida, encara que Pasimundas solissitabe en totes les seues forses que foren morts, y van sé condenats a presó perpetua; a la que, com pot pensás, mol mal estaben y sense esperansa ya de cap plaé. Pasimundas solissitabe la preparassió de les nupsies, pero la fortuna, com arrepentida de la injuria feta a Cimone, va obrá un atre acsidén en favor de la seua salut. Teníe Pasimundas un germá menut de nom Orínisda, que habíe estat en llargues negossiassións per a péndre per dona a una jove noble y hermosa de la siudat, que se díe Casandra, a la que Lisímaco volíe mol; y se habíe aplassat lo matrimoni moltes vegades per diferéns acsidéns. Ara, veénse Pasimundas a pun de selebrá les bodes en grandíssima festa, va pensá que estaríe mol be si an aquella mateixa festa, per a no duplicá gastos y festes, puguere fé que Orínisda prenguere tamé dona, per lo que va renová les conversassións en los paréns de Casandra y los va portá a terme. Aixina que juns los germáns van dessidí que lo mateix día que Pasimundas se casaríe en Ifigenia, Orínisda se emportaríe a Casandra. Sentín aixó Lisímaco, se va enfadá mol perque se veíe privat de la seua esperansa, pensán que si Orínisda no se casáe en ella, la obtindríe ell; pero, prudénmen, va tíndre amagat lo seu doló y va escomensá a pensá de quina manera podríe impedí que alló se faiguere, y no va vore datra vía possible mes que raptála. Aixó li va pareixe fássil per lo cárrec que teníe, pero mol mes deshonrós u jusgabe que si no haguere tingut aquell cárrec; después de pensásu, la honestidat va sedí lo puesto al amor y va dessidí que, passare lo que passare, raptaríe a Casandra. Y pensán en la compañía que per a fé alló nessessitáe y de la manera en que se teníe que fé, sen va enrecordá de Cimone, a qui teníe presoné en los seus compañs, y va imaginá que cap atre compañ milló ni mes leal podríe tíndre que Cimone en este assunto; per lo que la nit siguién de amagatóns lo va fé víndre a la seua cámara y va escomensá a parláli de esta manera:
- Cimone, aixina com los deus són bons y liberals per als homens, aixina proben la seua virtut, y a los que troben firmes y constáns en tots los casos, com als mes valéns fan dignes de les mes altes recompenses. Ells han volgut una proba de la teua virtut mes serta que aquella que vas pugué mostrá dins de los límits de la casa de ton pare, que es mol ric; y primé en les puncháns solissituts de amor te van fé home de animal (tal com hay sabut), y después en dura fortuna y al presén en dolorosa presó volen vore si lo teu ánim no sirá lo mateix que cuan per poc tems te van sentí felís en la guañada presa. Res tan felís te van consedí com lo que ara se preparen a donát, lo que, per a que recuperos les cansades forses y te séntigues animós, te mostraré. Pasimundas, contén en la teua desgrássia y procuradó de la teua mort, tan com pot se done pressa a selebrá les bodes en la teua Ifigenia per a gosá en elles de la presa que primé una alegre fortuna te habíe consedit y de repén te ha furtat. Cuán mal té que fét, si la vols com yo crec, yo mateix u vech, perque a mí me vol fé lo mateix día son germá Orínisda en Casandra, a qui yo vull sobre totes les coses. Y per a escapá de tan doló de la fortuna cap vía vech que quedo uberta mes que la virtut de los nostres ánims y de les nostres mans dretes a les que ham de mantíndre eixecades les espases y obrímos camí, tú per a lo segón rapte, y yo per a lo primé de les nostres siñores; per lo que si tú, no vull di la teua libertat (de la que poc crec que te preocupes sense la teua Siñora), sino si a la teua Siñora vols recuperá, a les teues mans u han ficat los deus si vols seguím an esta empresa. Estes paraules van fé torná a Cimone tot lo ánim perdut, y sense pensásu massa va contestá:
- Lísimaco, ni mes fort ni mes fiel compañ que yo pots tíndre en tal empresa si es que de ella se pot seguí per a mí lo que dius; y per naixó lo que te pareix que ting que fé mánameu y vorás que u fach en maravillosa forsa.
A lo que Lísimaco va di:
- Lo tersé día a partí de avui, entrarán per primera vegada les noves dones a casa de los seus homens, aon tú armat y acompañat de los teus compañs y yo en algúns dels meus en los que mes confío, al caure la tarde entrarém, y raptánles al mich del convit, a una nave que hay fet prepará en secret les portarém, matán a consevol que se atrevixque a ficás dabán. Li va agradá la orden a Cimone y, callat, hasta lo tems acordat va está a la presó. Arribat lo día dels dos casaméns, la pompa va sé gran y magnífica, y per tot arreu la casa de los dos germáns estabe de festa. Habén preparat Lísimaco totes les coses oportunes, a Cimone y als seus compañs y amics, tots armats deball dels seus vestits, cuan li va pareixe la milló hora, y habénlos primé en moltes paraules animat al seu propósit, los va dividí en tres parts: a uns los va enviá al port per a que dingú puguere impedí lo puchá a la nave cuan u nessessitaren; als atres dos vinguts a la casa de Pasimundas, a un lo va dixá a la porta per a que no pugueren tancáls a dins y fé fracasá la seua ixida, y l´atre, a la vora de Cimone, va pujá per les escales. Arribán a la sala aon estáen les noves mullés assentades a la taula minján, en moltes atres siñores, tiránse cap a abán y voltán del revés les taules, cada un va agarrá a la seua, y ficánles en brassos dels seus compañs, les van enviá cap a la preparada nave. Les ressién casades van escomensá a plorá y a quirdá, y tamé les atres dones y criades; y en seguida tot se va umplí de veus, crits y plos. Pero Cimone y Lisímaco y los seus compañs, traén les espases, sense que dingú se enfrentare an ells, dixánlos tots passá, cap a la escala sen van entorná; y baixán per nella va corre cap an ells Pasimundas que en una gran gayata a la ma corríe cap al soroll, al que Cimone en la seua espasa li va fótre al mich del cap lay va partí pel mich, com una mangrana, y va caure mort als seus peus; corrén per a ajudá a son germá, lo pobre Orínisda va corre la mateixa sort a mans de Cimone, y algúns atres que se van arrimá, van sé ferits y foragitats per los compañs de Lísimaco y de Cimone. Éstos, dixán la casa plena de sang, abalot, plos y tristesa, sense cap obstácul, apretán lo seu botín, van arribá a la nave; y puchán an ella a les dones y puján ells y tots los seus compañs, están ya la playa plena de gen armada que veníe a rescatá a les siñores, ficán los remos al aigua, ben de pressa van colá.
Y arribán a Creta, allí per mols amics y paréns van sé ressibits en alegría, y se van casá en les dones, armán una gran festa, y en mol plaé del seu botín van gosá. A Chipre y a Rodas van ñabé abalots y riñes grans durán mol tems per los seus fets. Al final, parlán en uns y en uns atres los amics y los paréns, van trobá lo modo de, después de este exili, Cimone en Ifigenia, contén, tornare a Chipre y Lísimaco en Casandra a Rodas; y van viure mol tems ben conténs a la seua terra.


sábado, 18 de enero de 2020

Marevinho VS Senador Palpatine, bou negre


Marevinho VS Senador Palpatine, bou negre
Término indudablemente prejaimino es el de Bounegre, cerca de Argelita (Castellón), ya que, como señalan Barceló y Vea (1996:93-95), la primera mención documentada dataría de 1.178 en una donación por el rey Alfonso II de Aragón con motivo de la consagración de la catedral románica de Tortosa y donde se confirman los antiguos límites del obispado, entre los cuales se menciona un Bou Negre, es decir, singular y notoriamente aparece la voz romance que, casi un milenio más tarde, es transparentemente entendible en valenciano como "buey-toro negro" ...



Martín de Viciana, Lengua Valenciana

autres dialèctes occitans, catalan comprés, 


gramática de la lengua mallorquina

viernes, 17 de enero de 2020

VIVA SAN ANTONI, Juan Carlos Abella

Com pase lo temps, ya estem a San Antoni. Festa grossa y mol selebrada a los nostres pobles. Esta semana vull publicá la poesía en dijous pa podé felisitá a tota la gen del Chapurriau per la festa de San Antoni.

" VIVA SAN ANTONI ".
San Antoni, una cosa te voldria dí
Fes que sempre estigue de peu
Natres ya mos cansem de patí
San Antoni, San Antoni, te vull demaná
Ablanix lo cor dels que mos ataquen
Y la nostra raó ilumino alló que faiguen
Que se acabo esta injustisia yá
San Antoni fes que a tots los quedo clá
A dins del cor dels nostres pobles
Esta verdat may se podrá cambiá
San Antoni, San Antoni de giné
Eres lo San que tot u pot
Per aixó te demano que sobre tot
Cuidos a la gen de aquí tamé
San Antoni fes que la nostra gen
Disfruto de la milló felisidat
Aparta la maldat y la enfermedat
Que ben llun se les emporto lo ven
San Antoni que tots puguem apresiá
De cada matí la milló frescó
De cada tarde lo milló coló
De cada nit lo coló mes clá
San Antoni te volem tan
Perque may mos has fallat
Perque sempre mos has ajudat
VIVA SAN ANTONI ABAD.
(Juan Carlos Abella)


Aquí un video dels catalanistes de ràdio Matarranya :


QUINTA JORNADA

QUINTA JORNADA

Escomense la quinta jornada del decamerón, aon gobernán Fiameta, se raóne sobre algo felís que an algún amán, después de dus o desventurats acsidéns, li va passá.
Estabe ya lo lleván tot blang y lo sol escampabe los seus rayos sobre tot lo nostre hemisferi, cuan Fiameta, insitada per les dolses cansóns de les joves que a primera hora del día cantaben alegremen per entre los abrets y brosquill, se va eixecá y va fé cridá a tots los demés; y van baixá poquet a poquet cap als cams, crusán lo ample pla, entre les herbes cubertes de rosada, hasta que lo sol se va alsá una mica, y van aná passeján, parlán de tot una mica. Pero al notá que ya los rayos de Lorenzo calentaben, cap a la seua habitassió van dirigí les passes; y allí, en mols bons vins y en dolsaines van passá lo rato, y tamé van passechá pel chardí hasta la hora de diná. Están totes les coses aparellades per lo discretíssim senescal, después de cantá alguna estampida y baladeta, segóns li va víndre be a la reina, se van ficá a minchá; y una vegada acabat lo diná, sense olvidá la establida costum de ballá, acompaçades dels instruméns algunes cansóns y danses van seguí. Después, hasta passada la michdiada, la reina los va doná llissénsia a tots; algúns de ells sen van aná a fé la michdiá y datres se van quedá voltán per lo jardí. Pero tots, un poc passada nona, allí, com va volé la reina, segóns la costum se van reuní a la vora de la fon; y habénse assentat la reina pro tribunali, mirán cap a Pánfilo, sonrién, an ell li va maná que escomensare les felises noveles; enseguida ne va tíndre una preparada, que diu aixina.