martes, 14 de agosto de 2018

La gran mentira del Estat catalá

La gran mentira del Estat catalá, lo fals país aplastat tres vegades per España desde 1873.


Luisico Companys . Mireu quin bigotet y quin ditet, tos recorde an algú ?

Luisico Companys . Mireu quin bigotet y quin ditet mes tiesso, tos recorde an algú ?


En varies ocasions se ha proclamat de forma ilegal desde lo siglo XIX la independénsia de la regió catalana, y a totes ha sigut acallada por la legitimidat y lo apoyo sossial al gobern sentral.



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Ni reino catalá, ni país catalá, ni paísos cataláns, ni país valensiá
Estos términos, hoy manidos y generalizados por el independentismo, chocan drásticamente con la realidad y con la historia. Tan solo se ha materializado la proclamación ilegal del Estat catalá en tres ocasiones hasta la actualidad. Todas, a partir del siglo XIX y tras el nacimiento del fervor nacionalista. Sin embargo, en cada una de ellas el gobierno y la cordura actuaron para acabar de raíz con aquellos separatistas que -en 1873, 1931 y 1934- intentaron llevar a cabo una ilegalidad manifiesta.
Y es que, aunque duela a muchos, la historia no miente. Cataluña, en contra de lo que nos quieren hacer creer, ya formaba parte de la Hispania romana y de la visigoda. Y jamás tuvo consideración de Estado. De hecho, pasó a ser uno de los dominios de la Corona Aragón después de que el rey Ramiro II casara a su hija Petronila con Ramón Berenguer IV (conde de Barcelona) en 1151. Fue, en definitiva, una forma de adquirir, por vía matrimonial, aquellos territorios que tanto ansiaba.
En base a esa unión nació la Corona de Aragón. No la Corona de Cataluña. Y, por ello, términos actuales como «Países catalanes», «Confederación catalano-aragonesa» o «Corona catalano-aragonesa» (hoy más que populares gracias al independentismo) poco tienen de realidad.

Un intento de Estado

El término Estado catalán permaneció en el olvido hasta la llegada de la Primera República. Una forma de gobierno que arribó a las fronteras españolas como culminación del proceso revolucionario de 1868 y tras el suspiro que supuso el reinado de Amadeo I de Saboya (quien apenas sentó sus reales dos años en el trono).
«Nadie la trae; la traen todas las circunstancias», afirmó sobre el nuevo régimen Emilio Castelar, ministro de Estado desde la proclamación de la Primera República en 1873.
El experimento saldría caro a la postre. En los escasos 22 meses que se extendió en el tiempo pasaron por el poder nada menos cuatro presidentes. Por si fuera poco, a partir del 11 de junio de 1873 las Cortes promulgaron el establecimiento de un sistema federalista que (a pesar de no llegar a ponerse en práctica en principio) favoreció el enfrentamiento entre diferentes regiones.
Ya lo dijo el destacado jurista Juan Ferrando Badía en su obra «Primera República Española»: «El federalismo fue una gran utopía […] que conformó la mentalidad del […] regionalismo».


Ejemplo de ello fue el nacimiento -a partir de 1873- de hasta 26 movimientos cantonales que buscaban la independencia de pequeñas regiones como Camuñas Motril. La lucha por la autonomía llegó al absurdo en regiones como Jumilla (hoy, un municipio de unos 970 kilómetros cuadrados). No en vano, desde el mencionado territorio se envió el siguiente texto: «La nación jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si la nación murciana se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá».
En este contexto se produjo (entre 5 y el 7 de marzo de 1873) la proclamación del Estado catalán por parte del anarquista malagueño José García Viñas y el médico socialista francés Paul Brousse. «Los impulsores fueron representantes de las diputaciones catalanas y baleares reunidos en el palacio de la Generalitat», explica el historiador catalán Andreu Navarra Ordoño en su obra «La región sospechosa. La dialéctica hispanocatalana entre 1875 y 1939».
El experto añade que la dirección del movimiento recayó sobre Baldomer Lostau, de la «izquierda federalista catalana». Lo que implica que poco tenía aquello de acción independentista y que, por el contrario, lo que realmente buscaban los golpistas era presionar al gobierno de Estanislao Figueras para que aplicara, de una vez por todas, las promesas federales que prometía.
Así queda claro en el título que le dieron los golpistas a su nuevo experimento político: «Estado catalán federado con la república española».





«Nadie apoyó la proclamación, y en Madrid fueron reprobados por los catalanes»

A nivel práctico, todo ocurrió muy rápido. En palabras de «La Correspondencia de España» (uno de los diarios más destacados del siglo XIX) «unos 16.000 voluntarios» declararon repentinamente «el Estado catalán» en el Ayuntamiento de Barcelona el 5 de marzo. Con todo, y a pesar del éxito inicial, el periódico también señaló en su momento que «gran número de personas abandonó la ciudad» y que «todas las corporaciones y agrupaciones republicanas, la Diputación, el Ayuntamiento, los federalistas, el centro republicano federal, y las asociaciones de los distritos se pusieron en expectativa».
Para una buena parte de los autores, el movimiento fue minoritario a pesar de que lograra hacerse con el poder. Uno de los que secunda esta tesis es el hispanista francés Pierre Vilar en su obra «Breve historia de Cataluña»: «Nadie les apoyó, y en Madrid fueron reprobados por los catalanes que, por primera vez, eran responsables de la República». A pesar de ello, y durante dos jornadas, los secesionistas se plantearon objetivos tan descabellados como convocar elecciones obligar al ejército español ubicado en la región a disolverse.
La vida del Estado catalán se extendió escasamente dos días. Como ministro de Gobernación, las primeras medidas que tomó Francisco Pi y Margall fueron (en palabras de Pérez Roldán) «incomunicar la ciudad con el resto de España» y poner sobre aviso a «los gobernadores de las provincias adyacentes con el objetivo de aislar el movimiento».
Al final todo aquello quedó en nada cuando, según Navarra, el político contactó con los independentistas y «los disuadió de continuar con aquel camino prometiendoles que en las próximas elecciones constituyentes sería votada una constitución federal».
La doctora en historia, por su parte, cree determinante para el abandono de aquellas ideas secesionistas el que la crisis del Gobierno republicano en la capital acabase rápidamente.

Por sorpresa

Hubo que esperar seis décadas tras el fallido experimento de 1873 para que los partidos republicanos forjados al calor de la «Dictablanda» de Primo de Rivera se unieran en San Sebastián y acordaran constituirse en un «Comité Revolucionario». O «autoproclamarse», como llegó a expresar el anarquista Diego Abad de Santillán tras la reunión celebrada en 1930.
Ya entonces, y tal y como afirma José Gonzalo Sancho Flórez en su obra «La Segunda República española», «los catalanes formaron su propio comité, aunque comprometiéndose desde el principio a prestar su total apoyo al Nacional». En palabras del experto, a cambio solicitaron el apoyo de sus compañeros a la «causa catalanista» ofreciéndoles un Estatuto de Autonomía cuando llegaran al poder.
Aquel grupo fue el germen al que se fueron uniendo -en los meses siguientes- varios partidos ávidos de un cambio de rumbo político. Además de la base sobre la que se construyeron los comicios del 12 de abril de 1931. Los mismos que acabaron convirtiéndose en un plebiscito contra la monarquía. «En ellos, el pueblo de una forma indirecta y, si cabe, hasta sin proponérselo, entregó el poder a las fuerzas republicanas burguesas y a sus aliados socialistas», añade Sancho. La victoria de estos partidos en 41 capitales de provincia fue un auténtico puñetazo en la mesa y terminó de un plumazo con la monarquía.
Apenas dos jornadas después, el 14 de abril de 1931, el júbilo se hizo patente en Eibar, la primera ciudad en alzar la bandera republicana. A las tres y media de la tarde se hizo lo propio en el edificio de Correos de Madrid.
Sin embargo, una de las regiones españolas donde se vivió con más fervor la llegada del nuevo sistema político fue en Barcelona. En la Ciudad Condal el encargado de proclamar la llegada de la República desde el balcón del Ayuntamiento fue Lluís Companys, uno de los pesos pesados de la también victoriosa Esquerra Republicana(ERC). Aunque, como señala Montserrat Figueras en su obra «Apuntes iusfilosóficos en la Cataluña franquista (1939-1975)», fue a eso del mediodía y, por tanto, bastante antes que en la capital.
Apenas media hora después de que Companys se dirigiese a los ciudadanos de Barcelona y fuera recibido con gritos de «¡Viva la República!» se vivió el segundo intento secesionista catalán.
Y es que, posteriormente se dejó caer por el mismo Ayuntamiento Francesc Maciá (líder de ERC) para proclamar la independencia catalana. Así narró el ABC este suceso el 15 de abril: «El Sr. Maciá desde el balcón habló nuevamente, manifestando que en nombre del pueblo de Cataluña se hacía cargo del Gobierno catalán y que en aquella casa permanecería para defender las libertades de su patria». A su vez, señaló que permanecería en aquella casa «sin que pudiese sacársele de allí como no fuera muerto».





«En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana»

A su vez, dirigió un escrito a los alcaldes de la región en los siguientes términos: «En el momento de proclamar el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana os saludo con toda el alma y os pido que me prometáis la colaboración para sostenerla, comenzando por proclamarla en vuestras ciudades».
Con esta proclamación, el político se negó «de facto» a aceptar los resultados de las elecciones nacionales. De nada sirvieron los votos de miles y miles de españoles. Por suerte, el gobierno prefirió no recurrir a la fuerza y el día 17 de abril envió a los ministros Fernández de los Ríos, Marcelino Domingo y Lluís Nicolau d'Olwer a negociar con Maciá. Su labor fue determinante para el devenir de la región, pues lograron aplacar aquella locura ilegal.
«Después de las negociaciones [...] se acordó dejar a un lado la cuestión del “Estado” catalán, y substituir dicho planteamiento político por el de la restauración de un sistema de autogobierno limitado bajo el nombre histórico de Generalitat. Además se acordó la redacción de un Estatuto que el gobierno de la República presentaría como ponente en las Cortes. […] El gobierno provisional de la República dictó un decreto el 21 de abril de 1931 restaurando la Generalitat; en cuanto al proyecto de Estatut de Catalunya [...] fue elaborado y aprobado en los meses siguientes», explica Antoni Jordá en «Federalismo, regionalismo, nacionalismo: el restablecimiento de la Generalitat y el Estatuto catalán durante la Segunda República».

El último intento

La última intentona secesionista catalana se produjo en el marco de la Segunda República española allá por octubre de 1934. Justo después de que estallara la ira entre la izquierda por el acceso de tres ministros de la CEDA (una confederación de partidos católicos y de derechas) al gobierno estatal. Su llegada indignó a los más extremistas y provocó una huelga general que puso en jaque el régimen establecido.
Así explica la situación el sindicalista Antonio Liz Vázquez en su obra «Octubre de 1934: Insurrecciones y revolución»: «El día 5, por orden del Comité Revolucionario, ya estaba en marcha la huelga general y el paro era total en ciudades como Madrid, Barcelona, Oviedo y Bilbao».
La tensión aumentó drásticamente. En Madrid, por ejemplo, se decretó el despido de los trabajadores que se unieran a los parones establecidos (algo factible, pues estos habían sido declarados ilegales por el gobierno).
Y mientras en la capital se recurría a la fuerza para controlar a los huelguistas, en Cataluña sucedía otro tanto. De hecho, en Barcelona la discordia era máxima debido a la división entre las tres fuerzas predominantes: la Generalitat, la CNT y la Alianza Obrera. «La división entre ellas era total», añade Liz en su texto. De esta guisa, el día 5 el gobierno local envió guardias de asalto para tratar de sofocar las revueltas que pudieran sucederse en la urbe.
En esas andaba la situación el 6 de octubre de 1934 cuando Lluís Companys (presidente de la Generalitat y líder de Esquerra Republicana tras la muerte de Maciá) proclamó el Estado catalán. Lo hizo, en palabras de Liz, presionado por los obreros. Sus palabras (recogidas en la edición del 11 de octubre del diario ABC) llamaban al enfrentamiento: «¡Catalanes! Las fuerzas monárquicas fascistas que de un tiempo a esta parte pretenden traicionar a la República han logrado su objetivo y han asaltado el poder. [...] los núcleos políticos que predican constantemente el odio y la guerra a Cataluña constituyen hoy el soporte de las actuales instituciones. [...] Cataluña enarbola su bandera, llama a todos al cumplimiento del deber y a la obediencia absoluta al Gobierno de la Generalitat, que desde este momento rompe toda relación con las instituciones falseadas».
El diario ABC publicó, el día 11, la relación de los hechos. El texto fue escrito por el periodista Antonio Guardiola bajo el titular «El golpe de Estado de la Generalidad», quien describió lo tensa que estaba la situación antes de que Companys saliera al balcón de la Generalitat: «La plaza de la República fue llenándose de gentes, y en particular de jóvenes afiliados al Estat Catalá, somatenistas y partidarios de la Esquerra. Todos iban armados y algunos llevaban, además de una magnífica carabina Winchester, una soberbia pistola automática, a veces ametralladora, y en general, material modernísimo y excelente».
Acabado el discurso, inició una ronda de llamadas para ganar adeptos a su causa. El primer mandamás al que se dirigió fue al general Domingo Batet, jefe de la IV División Orgánica y «catalanista moderado» (tal y como afirma Pierre Broué en su obra «Ponencias presentadas al Coloquio Internacional sobre la IIa República Española»). A este militar le solicitó que se pusiese a sus órdenes para «servir a la República Federal que acabo de proclamar».
Contrariamente a lo que pensaba el presidente de la Generalitat, el oficial se mantuvo fiel a España. Companys tuvo más suerte con el comandante Enrique Pérez Farrás, el jefe de los Mossos d'Esquadra, quien sí se adhirió a la causa secesionista. / Como Trapero /


Batet, por su parte, no se quedó mano sobre mano. Tras hablar con Companys telefoneó al presidente Alejandro Lerroux y, basándose en órdenes suyas, inició los preparativos para acabar con la rebelión. «Tras recibir refuerzos de Marruecos, el general declaró el estado de guerra», determina Luis E. Íñigo Fernández en su obra «Breve historia de la Segunda República española».
Broué añade que «todos los militares y la mayoría de las unidades policiales obedecieron las órdenes» del oficial fiel al gobierno. Frente a ellos se posicionaron un centenar de Mossos dispuestos a defender la Generalitat, así como milicianos pertenecientes -entre otros grupos- a Alianza Obrera.
Tras arribar a la zona, Batet atacó con fuego de fusilería y disparos de artillería. La lucha podría haber sido cruenta, pero el general se limitó a esperar pacientemente a que los defensores se rindieran. Todo ello, a pesar de que había recibido órdenes de acabar con la resistencia con contundencia. «Durante la noche, el ploramiques Companys y Batet negociaron la rendición, que tuvo lugar el 7 de octubre», añade Broué. Para entonces ya habían muerto en Barcelona entre 40 y 50 personas durante las escaramuzas.

lluis-companys-un-genocida
Posteriormente Batet y Companys fueron detenidos. Algo en lo que hace mucho hincapié el libro «Historia de Cataluña» (editado por el Museo de Historia de Cataluña): «El gobierno de la Generalitat fue hecho prisionero, juzgado y condenado a treinta años de prisión; el Estatuto de Autonomía quedó suspendido, y la mayoría de ayuntamientos y las nuevas autoridades pasaron a ser de carácter gubernativo». La obra, sin embargo, no explica que aquella proclamación fue una rebelión.

Chapurriau Forever



Chapurriau Forever

La camiseta la porte si-si-si-si-soc-rabosí


lunes, 13 de agosto de 2018

Manuel de Montoliu

https://www.dolcacatalunya.com/2016/04/filoleg-de-linstitut-destudis-catalans-la-individualidad-de-la-lengua-valenciana-nadie-la-pone-en-duda/

FILÒLEG DE L’INSTITUT D’ESTUDIS CATALANS: 

“LA INDIVIDUALIDAD DE LA LENGUA VALENCIANA NADIE LA PONE EN DUDA"

En Manuel de Montoliu, col.lega d’en Pompeu Fabra, no comprava la mercaderia nacionalista.

Manuel de Montoliu



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Jaime I obtuvo el título de Conquistador al rendir Valencia en 1238 e integrarla en la Corona de Aragón, dándole el título de reino. Allí se habló siempre valenciano, no llemosi, como atestiguan Joanot Martorell o Gaspar Gil Polo. Pero desde que el falangista valenciano y después nacionalista catalán Joan Fuster anunciara la consigna pancatalanista (“de Salses a Guardamar, de Mahó a Fraga, som un poble, un sol poble”), algunos valencianos se empeñan en llamar a su tierra “País Valencià” -para integrarla en los fantasmagóricos “Països Catalans”- y aseguran que el valenciano es un dialecto catalán.

¿Cuál es la razón? Según Ferran Soldevila, Valencia “fue poblada por catalanes y nuestra lengua es la misma”. Pero resulta que la lengua valenciana es autóctona, derivado del bajo latín fertilizado por la cultura ibérica. El llemosi y el valenciano aparecen -como el mallorquín o el castellano- simultáneamente de forma autóctona aunque emparentada. En el interior de Valencia se hablaba la lengua valenciana churra, que se confundió con el castellano; en la costa se hablaba la lengua valenciana litoral, que es hoy el valenciano. Durante la invasión musulmana los mozárabes siguieron hablando sus lenguas romances derivadas del bajo latín, hasta que llegaron los cristianos en la Reconquista; no dejaron su lengua (mayoritariamente churra o romance aragonés pues fueron aragoneses la mayoría de los caballeros de Jaime I), sino que encontraron las 2 que hoy se hablan en Valencia: valenciano y castellano.

Así que en Valencia no hablan llemosí porque no fue repoblada por catalanes; hablan valenciano y churra. Algo que sabia tothom fins que va arribar el nacionalisme amb el seu característic expansionisme de la Gran Catalunya. També ho sabia en Manuel de Montoliu i de Togores. Era filòleg i treballà en les Oficines Lexicogràfiques de l’Institut d’Estudis Catalans, on col·laborà en el Butlletí de Dialectologia Catalana i edità, amb Pompeyo Fabra, el Diccionari Aguiló. En 1912 se publicaron sus Estudis de literatura catalana; en 1920 fue lector de catalán y castellano en Hamburgo. Sus traducciones de Dante al catalán no han sido superadas.
Pues miren lo que dice Montoliu del valenciano:

“La individualidad de la lengua valenciana dentro de la familia de las lenguas de Oc, nadie que tenga una mediana cultura la pone en duda Hoy los escritores catalanes ya no oponen razones científicas a la fuerte personalidad de la lengua valenciana, ni se oye con tanta frecuencia como antes alegar la clasificación según la cual se le da el nombre de catalán a todas las lenguas occitanas de España”.

El valencià és català? Més enllà de la ideologia Imperial nacionalista NO, malgrat el que digui el Imperialisme. Que no ens enganyin.


Dolça i timada Catalunya

Transcrit de una revista catalana, 
Dolça Catalunya
https://www.dolcacatalunya.com/2016/04/filoleg-de-linstitut-destudis-catalans-la-individualidad-de-la-lengua-valenciana-nadie-la-pone-en-duda/

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Menéndez Pidal

Menéndez Pidal, no Ignaciete Sorolla Amela Vidal



domingo, 12 de agosto de 2018

La escultura y los héroes de la península ibérica

La escultura y los héroes de la península ibérica. 


Kraustex Kraus Tex a Facebook, grupo en
 Contra el pancatalanismo atroz

Primero presentamos a un gran Rey, Jaime I el conquistador, un gran rey aragonés, uno de los reyes más importantes de la historia de Europa, incluso hay quien dice que fue inspirador de obras de ficción como el rey Arturo y la tabla redonda, su apodo lo dice todo: el conquistador


En segundo lugar, destacando por el hecho de ser una persona humilde pero muy valiente Vicent Doménech “El Palleter” héroe valenciano de la guerra napoleónica, un simple labrador que con su valentía levantó al pueblo contra el invasor napoleónico


Y por último, el héroe más grande que ha existido jamás en el planeta tierra, El Caganer, héroe del ministerio del tiempo catalán, posiblemente se tratase de un tal “Vicent Cucurull Paloma”, el héroe más importante y destacado del reino catalino.
Cucurrull Paloma, estuvo presente en todos los hechos más importantes de la historia de la humanidad desde antes de Alejandro Magno y más allá. 
Por desgracia no pudo ser testigo del nacimiento de Jesús porque le dio un “apretón” en el preciso momento…



La escultura y los héroes de la península ibérica

Jaime I :



Cucurull :



La imposible frontera catalano-valenciana

La imposible frontera catalano-valenciana
El espíritu de Reconquista sólo se produce allí donde los cristianos y musulmanes tienen fronteras comunes. Navarra, a partir del siglo XII, perdió su confrontación con los musulmanes y así perdió su espíritu reconquistador. Es evidente que luchará contra los musulmanes. Pero motivada por otros resortes, principalmente religiosos.

El problema de la frontera catalana me lo planteaba recientemente el Prof. Dr. David Romano (Universidad de Barcelona). Su argumentación resulta convincente. Es esta, principalmente.
La documentación de las encomiendas catalanas de los Hospitalarios situadas al Norte del Ebro se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón, en Barcelona. La de las situadas al Sur (Orta de San Juan y Amposta) estaba en el Archivo de San Juan de los Panetes, de Zaragoza, y luego la pasaron al Archivo Histórico Nacional de Madrid. Luego estas tierras del Sur del Ebro -hoy catalanas- durante la Edad Media estaban integradas en el reino de Aragón.
El tema puede interesar indirectamente a la Historia valenciana. Y voy a dedicarle las páginas siguientes.
El año 1149 Guillén de Belmes era “maestre en Aragón y en Barcelona”, en la orden de los Hospitalarios. El 1154 se documenta por vez primera un “mestre en Amposta”, lo que -según Miret i Sans- supone la separación administrativa de los hospitalarios aragoneses y catalanes. Pero en 1177 Amposta pasa a convertirse en la sede más importante de los Hospitalarios de la Corona de Aragón, con una reorganización administrativa mal conocida, bajo el mandato del maestre Pedro López de Luna (1177-1179).
Los hospitalarios poseyeron Amposta hasta que el rey Pedro III, en el año 1280 les cambió esta posesión por Gallur y Onda. Y a mediados del siglo XIV se segregó el priorato de Cataluña de las castellanía de Amposta; entonces los antiguos castellanes se asentaron en Zaragoza.
Dicho de otra manera. Desde 1177 hasta 1280 Amposta aparece vinculada a Aragón, donde se refugiarían sus maestres cuando entreguen tal población a Pedro III de Aragón. Lo que puede presuponer que la mayor parte de las tierras entre el Ebro y el río Cenia -hoy catalanas- fueron a finales del siglo XII y casi todo el siglo XIII aragonesas. Y que, por lo tanto, Cataluña y Valencia no tuvieron límites comunes en los momentos de conquista y creación del reino cristiano de Valencia.
Fon: Dos actitudes ante la reconquista de Valencia (Antonio Ubieto Arteta, Temas Valencianos Ed. Anubar, 1977)

jueves, 9 de agosto de 2018

taxugo

Teixó a Beseit, teixóns
taxugo en aragonés

Teixó, taxugo, tajugo, teixóns

Tejón




http://etimologias.dechile.net/?tejo.n






Del castellano antiguo texón, y este del latín tardío taxo, del gótico *𐌸𐌰𐌷𐍃𐌿𐍃 (*þahsus), a su vez del protogermánico *þahsu-z, de origen ulterior incierto. Compárese el catalán teixó, toixó, el gallego teixugo, el italiano tasso o el portugués texugo, así como los cognados germánicos: el alemán Dachs, el neerlandés das o el inglés medio dasse.





Tejón era ya muy viejo y sabía que pronto tendría que morirse, pero no sentía miedo, a fin de cuentas morir significaba simplemente abandonar un cuerpo que ya no funcionaba tan bien como cuando era joven. Lo que le preocupaba en realidad era cómo se sentirían sus amigos cuando él ya no estuviera. Cuando Tejón se despide, alejándose madriguera abajo, sus amigos se sienten muy tristes. Lo único que les consuela es recordar aquellas cosas que Tejón les enseñó cuando aún vivía.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Les campanes encantades

Les campanes encantades.


Parlán de les campanes y san Miquial algúns veíns de la Aldea pensáen que estáen encantades per lo que va passá un añ, en plenes festes, cuan estáe tota la plassa plena de chen esperán a que isquere la prossesó dels Sans pa doná la volta al poble.
Les campanes van escomensá a doblá.

Aquell añ los mossos, los quintos, teníen molta forsa y al momén teníen a la campana gran, encantada (vol di que li donáen voltes, la d
obláen a tanta velosidat, que no li donáen tems al badall a toca la campana), donáe voltes tan depressa que no arribáe a tocá, a soná, ere com si estare muda.
En una de eisses voltes, a causa de la velosidat, se va soltá lo badall de la campana gran, va eissí disparat y sen va aná cap abáis, cap a la plassa, la plassa que estáe hasta dal de chen; y los Sans van fe un milagre, lo badall va aná a caure al únic corro de la plassa a on no ñabíe dingú.
Va fe un clot al simén, un clot que la chen, per devossió, va tindre un tems sense arreglal pa podé demostrá lo milagre; los Sans habíen fet un milagre, aquelles campanes estáen encantades. Habíe segut una señal dels Sans.
Después uns hómens van puchá lo badall al campanal, lo van torná a lligá dintre de la campana, mes fort, pa que no se tornare a soltá, pero abáns tots li van doná un bes perque estáe encantat.
Y cuan va quedá ben lligat, tots se van señá, en señal de respiate y devossió p’an aquella campana “encantada”.



Les campanes encantades


Les campanes encantades, Valjunquera,Teruel

Diego Sanz, Alustante :



domingo, 5 de agosto de 2018

Burrades de Pompeyo Fabra: la Ç , cedilla

Burrades de Pompeyo Fabra: la Ç cedilla, c trencada.
Si alguien se cargó el catalán tradicional, fue el endiosado Pompeyo (Pompeu) Fabra. Será interesante ir recogiendo algunas de las “burradas” que fue pergeñando en su propuesta de reforma lingüística. Hoy hablaremos de la cedilla, la “ç”.

Qué bien y diferenciador suenan a algunos la palabra “Barça”. La cedilla parece un hecho diferenciador lingüístico entre el catalán y el castellano. Sin embargo, a mediados del XIX Pedro Labernia, en su Diccionario de la lengua catalana ya advertía: “Esta letra de verdadera fisonomía catalana … se desterró del uso a semejanza de la lengua castellana”.

Ciertamente, en el siglo XIII la cedilla, “ç”, c trencada en catalá, estaba generalizada en todas las lenguas romances, aunque propiamente su extensión y mantenimiento se debieron al castellano (especialmente a Nebrija y anteriormente a Alfonso X el Sabio).

El sonido de la cedilla fue degenerando hasta parecerse al de la “z”. Por eso hasta el siglo XVIII aún se escribía “Çaragoça”.

En 1726, la Real Academia de la Lengua la suprimió por innecesaria.

Aun así, la “cedilla” es uno de los castellanismos más antiguos que poseemos. Sólo en textos del siglo XIV en catalán (en los de Eiximenis) aparece la cedilla y exportada del castellano y se perdió siglos después.
El tonto de Pompeyo Fabra, pensaba que esta letra era una peculiaridad propia del catalán que le distinguía del castellano y la “recupera” en sus Normas Ortográficas, con una extrema y absurda euforia.


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POMPEU FABRA que per a DISTINGUIR el català lo mes possible del castellà, s'inventà, entre atres coses: la “i” llatina en lloc de la “i” com conjunció, la “X” en lloc de la CH, el punt entre els dos “LL” “L.L”, escriure “V” quan en castella s'escriu “B” i lo mateix en la “G” i la “J”. L'inteligibilitat entre dos llengües no es un criteri valit per a afirmar que se tracte de la mateixa. Tambe gallecs i portuguesos s'entenen, o suecs i noruecs, o checs i ESLOVACOS, pero la diferencia es que no existixen deliris imperialistes d'uns sobre atres. POMPEU FABRA -el que creà artificialment el "Catala estandart" per a qui no ho sapia- era un analfabet en llingüistica, i aixo no ho dic yo, ho dia Don Miquel d'UNAMUNO: "¿POMPEU FABRA? Un mal deprenent de filòlec que ha creat una llengua llombarda plagada d'arcaisme, galicismes i barbarismes ". No controlava ningu dels seus quatre camps: ni el MORFOSINTÁCTICO, ni el lexic, ni el fonètic, ni el semàntic. Per aixo, se torna "troglodita" i, mirant als Classics Valencians, se dedica a recuperar gran quantitat de "arcaismes" obsolets que la LLENGUA VALENCIANA , en la seua evolució llogica, ya havia perdut. Com per eixemple "AQUEST, "NOSALTRES", "VOSALTRES","ALTRES ". Tambe inunda el "catala estandart" de Galicismes (SORTIDA, PAS, PETIT, MALGRAT, DONCS, ALESHORES, etc...) que la Llengua Valenciana no usa. Se trague de la cofeta coses com la L brotada que mai ha existit, ha eliminat el Yo pel JO, i ha introduït els digrafs TJ, TX, TG i TZ que no existien i tot aixo, ho feu basant-se en el dialecte BARCELONÍ, provinent del LLEMOSÍ, occita i provençal FRANCES El "LIBER ELEGANTIORUM" es el primer diccionari d'una llengua romanica. JOAN ESTEVE, VENECIA 1489; "ESCRIT en llatina ET VALENTIANA LINGUA". Despuix venen els catalanistes, editen el llibre i canvien "Valentina" per "Catalana" al mes pur estil "gran germa" i santes pasqües. Durant mes d'un segle, la burguesia nacional-catalana ha anat montant una xarcia internacional estrategicament dotada i mantinguda en fondos espanyols. En l'arrogant expectativa de proclamar la possessio del "dogma universal" en llingüistica, el pancatalanisme ha anat instalant a les seues afines i intelectuals organics en rectorats i catedres internacionals pagats i mantinguts en imposts espanyols, per a fer "EL GRAN CATALUNYA". La realitat es que el que se mos impon el "CATALA ESTANDART"="BARCELONÍ,=LLEMOSÍ", perque JORDI PUJOL aixina ho volgue, i AZNAR i el PP se vengueren perque necessitaven del soport dels NACIONALISTES per a governar. I com les lleis les fan els politics i els juges soles les interpreten, despuix ix el tribunal suprem dient que l'idioma es el catala. Pero aço es en tot en lo que se basa la seua "CIENTIFISME": 1980. Se celebra el XVI Congrés Internacional de Llingüistica i Filologia Romaniques en MALLORCA, organisat per la SOCIETÉ de LINGÜISTIQUE ROMANE" (7 al 12/04/80). El grup catala presenta, al concloure, un MANIFEST contra l'independencia llingüistica de la Llengua Valenciana front al catala (dialecte BARCELONI) . Dels 830 filòlecs romanistes assistents al congrés, representant a 33 països, tan soles 32 experts romanistes firmaren la seua conformitat en les TESIS catalanes. Fon rebujat per 723 experts. En canvi, en el mateix congrés, SETCENTS XIXANTA dels assistents se pronunciaren en favor de la denominacio mallorquina-balear per a la llengua en us en Balears. Un dur REVÉS contra les arrogants ambicions d'uns fabricants de fantasies filologiques i de "CIENTIFISMES" inventats que no tenen el respala ni dels archius, ni de la ciencia rigorosa. Els tentaculs del catalanisme apleguen molt llunt, ya que en l'ART. 1º del Real Decret del 26 de novembre de 1926, a la llengua valenciana li corresponia un silló en la RAE per a representar-la com llengua independent; "La Real Academia Espanyola se compondra de quaranta i dos Academics numeraris, huit dels quals deuran haver-se distinguit notablement en el coneiximent de les llengües espanyoles distintes de la castellana, distribuint-se d'este modo: dos per al idioma catala, un per al valencià, un per al mallorquí, dos per al gallec i dos per al VASCUENCE." Esta clar, era quant la RAE se regia merament objectives i criteris tècnics, frut de l'investigació i de l'estudi dels professionals i experts en les distintes materies que dirigien dita institució, abans de que sofrira les pressions dels catalanistes en 1971, els quals obligaren als academics d'eixe moment a canviar la denominació que reconeixia a la llengua valenciana, com llengua propia. I quan dic pressions dels catalanistes, i no frut del debat científic, no ho dic yo, es perque aixina ho reconeixqueren, entre atres, el cardenal TARANCÓN o Camil Josep Cela

sábado, 4 de agosto de 2018

La chiqueta María teníe un corderet

La chiqueta María teníe un corderet

La chiqueta María teníe un corderet



Lo delantal per a rostí :



Nial

Pedro J. Bel Caldú :

Lo “nial” ere un codol blanc o un ou fals fet d’algés, que posavem al ponedor de les gallines de corral per a, com diríe la gent marketing, “ fidelizar al client”. Les gallines, per tendencia natural, ponen dotze o catorce ous al mateix niu. Quan tenen la colecció, se pose lloques, dixen de pondre i se posen a covar hasta que naixen los pollets. Pero porten molt mal les cuentes i, si los vas tren los ous, continúen ponent indefinidament per que no completen mai la colecció. Pero si no lo dixes un ou com a “nial” escomencen la colecció a cuallquere racó amagat del corral o la pallissa Si no els troves l’amagatall, al cap d’un temps apareixen ufanes en un ramat de pollets que han criat clandestinament. Tamé se podíe dixar un ou de verdat com a “nial” pero , si dixaves sempre lo mateix, se fae vell i se podríe, per això ere millor posar-li un “nial” fals.





DCVBNIAL || 1. m. Covador; lloc on les gallines ponen i coven (Ribagorça, Andorra, Pallars, Cast.); cast. ponedero. || 2. m. Ou artificial, generalment de guix, que es posa dins el nieró o covador perquè les gallines hi vagin a pondre (Gir., Garrotxa, Lluçanès, Plana de Vic, Organyà, Tremp, Balaguer, Ll., Urgell, Priorat, Calasseit, Val., Xàtiva, Benidorm); cast. nidal. || 3. adj. (Ou) que ha estat covat i no ha produït pollet; ou dolent, corromput (Empordà, Penedès, Mall., Men., Eiv.); cast. huero, gárgol. Tots ets altres varen esser nials, Ignor. 56. || 4. adj. (f. NIALA) fig. dial. Buit, mancat de substáncia o de bona gràcia (mall.); cast. huero. Tot axò embrollat dins una forma grossera, niala, buida, Galmés Flor 9. Aquesta virtut no servex més que per fer niales ses altres dues, Roq. 4. || 5. adj., fig. Indispost, mancat de salut completa o de bon humor (mall.); cast. alicaído. Son pare va xerecot i fa dies que no s'és aixecat de sa nitedat que du i de lo nial que va de que li siguem fuites, Alcover Rond. vii, 26. Fon.: niáɫ (or., occ., val., bal.). Etim.: del llatí *nīdāle, ‘niada’, ‘propi del niu’.

Tratat de Corbeil 1258

"Avui se ha vullgut robá a Aragó, Baleares y Valénsia tot lo protagonisme en aquells siglos per a, michán una história absurda, donáli preponderánsia a una serie de territoris que eren carolingios (sense conexió entre ells), hasta que Jaime I y lo rey de Fransa (Luis IX , lo San) van firmá lo tratat de Corbeil (1258) segóns lo cual, la Marca Hispánica Carolingia (territori del sur dels Pirineos) va passá a integrás a la Corona de Aragó com una regió mes del seu territori."
Gelu Marín González: Atlas de Europa, 2000



Tratat de Corbeil 1258, Gelu Marín González: Atlas de Europa, 2000



La Europa de las lenguas, la Europa de las naciones, es una reflexión en voz alta y un estudio de las manifestaciones muy variadas de la Europa de ayer, de hoy y de la que en un futuro no muy lejano nos espera. En un continente como es Europa, la ausencia y el vacío que existe en bastantes partes geográficas del continente es manifiesta y parca muchas veces en noticias. Este libro confía pues en ser una continuación a otros trabajos, a la vez que pretende llenar el hueco de anteriores obras. procurando un tratamiento integrado y compensado de las evidencias. He aquí un libro total, que enseña a disfrutar, atractivo, interesante, muy útil y extremadamente fiel a los testimonios de las personas que en él han aportado su colaboración.

Tapa blanda: 620 páginas Editor:
ISTMO, S.A.;
Edición: 1 (20 de junio de 2000)
Colección: Fundamentos
Idioma: Español
ISBN-10: 8470903950
ISBN-13: 978-8470903953

miércoles, 1 de agosto de 2018

cuan te vech eixí de la ducha en les bragues de Batman del Primark

Te vull, te estimo, cuan te vech eixí de la ducha en les bragues de Batman del Primark me se fiquen les venes de la sigala com a tronchos ( trongs ) de ensiam.  

cuan te vech eixí de la ducha en les bragues de Batman del Primark

Cuando te veo salir de la ducha con las bragas de Batman del Primark se me ponen las venas de la chorra como troncos de lechuga.   

Aixó no estabe al meu llibre de História de Cataluña

Tos recomano lo llibre "Aixó no estabe al meu llibre de História de Cataluña" de Javier Barraycoa aon ix aixó:

Las barras de Aragón o por qué Cataluña no tiene bandera
Aixó no estabe al meu llibre de História de Cataluña



¿Sabía que Cataluña fue una de las regiones más taurinas y donde se recogen los testimonios más antiguos de las corridas de toros en España? ¿O que una de las hijas de el Cid se casó con un conde de Barcelona?... ¿Y que soldados catalanes lucharon para el Imperio español desde la Patagonia hasta Alaska

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Aquí imagineutos a Tafalleta en la trompeta tocán lo toc de eixida del bou a la plassa :




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Las historias de los pueblos están llenas de tópicos, falsas leyendas… y olvidos. El Principado de Cataluña no podía ser menos. Lejos de ser un pueblo encerrado en sí mismo, participó en la construcción de España con igual o más entusiasmo que el resto de sus compatriotas. Los catalanes, junto al rey de Aragón, participaron en la contienda de las Navas de Tolosa, al igual que de sus tierras salieron los mejores oficiales de marina que participaron en la batalla de Lepanto, sin olvidar que hubo multitud de voluntarios en las sucesivas campañas de África.

Barcelona
fue la primera capital de la España visigoda y toda Cataluña que colaboró en la aventura del Nuevo Mundo con virreyes, soldados y misioneros, al igual que aportó ministros y presidentes a la Primera República del pasado siglo. Entre los estereotipos que nos hemos creado sobre esta Comunidad está, por ejemplo, el de ser los inventores del «pan con tomate», cuando en realidad lo pusieron de moda los murcianos que emigraban a Barcelona para construir el Metro o ser los padres de la «escudella», que no es otra cosa que una variante de los cocidos de cualquier provincia, introducida por los judíos sefardíes y a la que se le añadía carne de cerdo para no ser acusados de falsos conversos. Igualmente, la sardana nunca fue un baile popular en Cataluña excepto en algunos pueblos de la Costa Brava


Baile sardo , Cerdeña, Sardinia, sardana :




los famosos «castells» provienen de las «moixigangas» -construcciones de figuras con cuerpos humanos- que se celebraban 300 años antes en Valencia, y la conjunción copulativa «i» entre apellidos se trataba de un atributo castellano que fue copiado por moda. 

Los catalanes aparecen a lo largo de nuestra historia en los lugares y las situaciones más diversas: En Barcelona se celebró la conquista de Granada con más entusiasmo que en ninguna otra parte de España, albergaron el botín de la batalla de Lepanto, acudieron en masa a la llamada del general Prim a la Guerra de África al grito de «¡Visca Espanya!» ... 

y, para estupor de muchos seguidores merengues, fundaron el Real Madrid. Estas y otras muchas curiosidades son las que encontramos en estas rigurosas y amenas páginas.

dirigéns cataláns al seu siñó Rey Felipe V

Qué be trataben los dirigéns cataláns al seu siñó Rey Felipe V cuan va visitá Barcelona al 1701. Sol los va faltá llimpiáli lo cul a llepades.
 ¿Cataluña, estat independén? jajaja 
😂 Ay, que ham pixu .  


dirigéns cataláns al seu siñó Rey Felipe V


Dilluns als I de agost MDCCI. En aquest dia fonch lo jurament dels il·lustres y fidelíssims senyors deputats y oÿdors en la forma acostumada y següent, ço és, que entre las deu y nou horas de la matinada arribaren en la present casa de la Deputació (al pdf se trobe tamé Diputació) los senyors deputats y oÿdors que acabaven, acceptat lo senyor oÿdor real, que no vingué per no trobar-se en la present ciutat per a jurar lo senyor oÿdor real novament extret y se’n anaren en lo concistori; vingueren també los magnífichs acessors y advocat fiscal y encontinent de estos junts sas senyorias donaren ordre als veguers del concistori que anassen avisar als senyors deputats y oÿdors novament extrets y serca las onse horas vingueren a la dita present casa en la forma acostumada y següent: primer lo senyor oÿdor militar y després lo eclesiàstich y lo mateix orde servaren los senyors deputats, venint primer lo real y consequutivament vingué lo senyor deputat militar y després lo eclesiàstich, los quals senyors deputats y oÿdors novament extrets vingueren en forma de brassos acompañats, ço és, los eclesiàstics al mitg de un cavaller y ciutedà, los militars de un eclesiàstich y secular y lo real al mitg de un eclesiàstich //2v // y cavaller. Foren rebuts al cap de la escala per los magnífichs acessors y advocat fiscal cada un respective com anave venint y, després de haver feta oració a la capella petitat de Sant Jordi, que per dit effecte estava molt ben adornada, se’n entraren en lo aposento a hont fan residència los dits magnífichs acessors y advocat fiscal dit lo concistori vell.